La casa hermandad de la Cofradía de Humildad y Paciencia, sita en pleno
barrio de La Unión/Cruz de Humilladero, fue el lugar elegido -concretamente la
zona donde se ubica su albacería- para que la Junta de Gobierno de la
Agrupación, presidida por el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Antonio
Coronado, celebrara sesión ordinaria el pasado jueves. Tal cambio de enclave
por la tradicional sede de San Julián obedece a la nueva estrategia puesta en
práctica por los responsables agrupacionistas de procurar así (con dos o tres
ocasiones al año) un mayor acercamiento y respaldo hacia las corporaciones
nazarenas que lo deseen, acudiendo institucionalmente a su propios ámbitos de
labor e influencia cofradieras. En este sentido, el presidente Pablo Atencia,
nada más iniciarse la reunión, agradeció a Rafael González, hermano mayor de la
cofradía anfitriona, la buena acogida y extraordinaria acomodación que tuvo la
convocatoria en cuestión.
Tras diversas valoraciones al respecto y atendiendo a los criterios de
calidad, precio y plazo de entrega, finalmente se aprobaron un total de cinco
proyectos relacionados con la realización del nuevo trono, siendo elegidos los
siguientes artistas/artesanos: Francisco López, ebanistería; Manuel Toledano,
talla; Manolo y Antonio, dorado; Juan Vega, imaginería; y Francisco Naranjo,
policromía. En cuanto a la orfebrería, ésta quedó pendiente de adjudicar una
vez se tuvieran más proyectos. Dadas las fechas, fue patente la intención de la
Junta de Gobierno de la Agrupación que el Resucitado pueda estrenar su futuro
trono en la Semana Santa de 2018.
Fuente y foto:Agrupación de Cofradías
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