Opinión

Bendita espera

Don Carnal, le ha pedido la venia a Doña Cuaresma, y la ciudad le ha prestado las llaves para que sea Málaga, la Jerusalén de hace más de dos mil años.

Los días van plegando el telón de la espera, se alargan y se resisten a marchar, en poco más de cuarenta días, tendremos la semana de Dios en nuestras calles.

Son vísperas en las que parece ser la hora de salir en procesión y aún faltan fechas, en las que parece que alcanzamos la jornada de palmas y aún quedan semanas, es el tiempo de despertar de sueños escuchando murmullos de campanillas y oliendo a azahar sin salir del dormitorio. Días en los que el incienso se ha mudado a nuestro olfato y todo nos huele a él.

Semanas en los que cartones de capirotes se apoderan de nuestras calles buscando el terciopelo que los cubra, tallajes de hermanos que volverán a prestar su hombro para ser pies de Cristo y María por las calles de la ciudad. Llegan días de reencuentros, de albacerías abiertas hasta casi el amanecer, de limpiar mucha plata y de planchar túnicas. De afinar cornetas y de ensayar nuevas marchas, de elegir las mejores flores y de cera dispuesta a ser quemada en la alta madrugada.

Muchas esquinas dormidas durante el año, ya despiertan de su letargo, sin duda serán en muchos momentos protagonistas junto a mayordomos y capataces de maniobras perfectas acompasadas con la pisada de centenas de hombres y el sonido infinito de aquella marcha que se esfuma.

Bendita espera que ya parece contar dos años, por lo vivido en el pasado, espera que aguardan pequeños que no pudieron iniciarse en tareas nazarenas y de mayores que no dejamos de mirar la túnica en el armario. ¿Qué será de esta espera cuando suene la primera campana el Domingo de Ramos en Calle Parras? Vivamos intensamente esta espera, acudamos a nuestros templos y contemplemos como la metamorfosis es completa en la ciudad que parece estar destinada desde sus inicios para estos días santos.

Para tener la Gloria de Málaga en nuestras calles, sólo faltan cuarenta días.

 José María Vera
______________________________________________________________________

_______________________________________________________________________________









A falta de pan, buenas no son tortas

por David Gómez Camuñas


No es la primera vez que empuño la pluma y el papel, hoy día traslado al procesador de texto y al teclado, para hablar sobre un problema que parece no tener fin en esta ciudad. Las bandas, sí. Otra vez volvemos a hablar de lo mismo. ¿Quién no recuerda cada Navidad el mítico anuncio del Almendro con su ‘Vuelve a casa por Navidad?’ En este caso, comienza a convertirse en un clásico volver a hablar en estos tiempos de la problemática de las bandas de música y las trabas que el Ayuntamiento de Málaga les sigue poniendo a estas formaciones musicales para que desarrollen su actividad sin ningún tipo de problema. Es triste, pero es así. Tras varios años deshojando la margarita, Consistorio y Agrupación de Bandas, no terminan de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Asimismo, como suele ser habitual, en una negociación, alguna de las partes suele tener, aunque sea tímidamente, la sartén por el mango. En este caso, está claro que la pelota está en el tejado de la Casona del Parque.

Hace unos días, cuando este tema volvió a salir a la palestra, se me venía a la memoria aquella imagen de Pablito. ¿Se acuerdan? Como olvidar a aquel niño que tocaba el tambor a todas horas, y que de manera brillante, describió entre sus líneas del pregón del año pasado Antonio Banderas. ¿Cómo explicarle a Pablito que en la Semana Santa de 2012 puede que no escuche el replique de tambores malagueños? Difícil de entender. Imposible de imaginar.

La posibilidad de una Semana Santa sin banda sonora malagueña en el apartado de las cornetas y tambores sobrevuela la ciudad. Mientras los cofrades clamamos al cielo una solución inminente, parece que en el Consistorio no es un tema que preocupe en demasía. Desde que comenzaron a aplicarse las ordenanzas municipales del ruido, desde la Avenida de Cervantes, se han planteado dos alternativas. En primer lugar, el ensayo en la zona del Puerto de Málaga; mientras que una segunda alternativa sería realizarlos en la zona del Cortijo de Torres. No deja de ser verdad que han sido propuestos como lugares de ensayo, pero…sinceramente no es un lugar adecuado para que un grupo de chavales, que en muchas ocasiones no llegan ni a la mayoría de edad, ensayen a la intemperie; o lo que es peor, en un lugar como el Recinto Ferial donde ya ha habido en alguna que otra ocasión episodios de robos o delincuencia. En este sentido, no debemos olvidar que muchos de los músicos acuden a los ensayos con materiales con un valor significativo, asumiendo así riesgos innecesarios ensayando en zonas como éstas.

No desmentiré que esta ciudad en los últimos años ha llevado a cabo numerosísimas iniciativas en pro de la cultura. La oferta museística se ha multiplicado en los últimos diez años y la ciudad de Málaga cada vez recibe a más turistas que buscan este tipo de turismo cultural, ayudado también recientemente por el fenómeno ‘crucerista’. Hasta ahí, supongo que todos, o casi todos, de acuerdo. Pero, no me gustaría dejar de escribir estas líneas sin recordarles a nuestro Gobierno municipal que las bandas de cornetas y tambores son un estilo musical nacido en esta ciudad de la mano de la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos, formación musical ‘Madre y Maestra’ de este estilo, que además este año cumplen un cien años. Un motivo más de peso para que chirríe el hecho de que sigamos hablando de un ensayo digno para los músicos en un año tan significativo para el género musical.

No obstante, cuando parece que la situación ya comienza a ser un tanto insostenible en este ‘tira y afloja’, el director de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, D. Luis Medina-Montoya, llamó ‘bandarras’ en la red social de moda, Twitter, a los músicos; en el argot coloquial, sinvergüenzas. Aunque la rectificación no tardó en llegar, esta red social se convirtió en un clamor, y a estas horas sigue siéndolo. Gran parte de la Málaga cofrade se siente, en este momento, ya no sólo incomprendidos, sino ofendidos por el Consistorio.

Estamos casi a las puertas de noviembre, la Semana Santa de 2012 está en un abrir y cerrar de ojos. La patata caliente sigue aumentando de temperatura y, como decía anteriormente, la sartén sigue estando en la mano de los dirigentes del Ayuntamiento de Málaga. Hemos vivido esta situación en más de una ocasión. Sabemos a lo que nos enfrentamos. Los músicos no quieren una solución de ‘pan para hoy, hambre para mañana’ porque en este tema, a falta de pan no son buenas las tortas. Es la hora del diálogo sin descalificación, de sentarse a negociar… de llegar a un acuerdo final y definitivo. Es la hora de que nunca más se vuelva a hablar de la música como un problema. Es la hora de, simplemente, poner el oído y disfrutar como cada año de un emblema de la ciudad de Málaga como son sus cornetas y tambores. Es la hora de que esta espiral deje de girar cada año con posturas más distantes. Dicen que más vale tarde que nunca. Hoy puede ser tarde… mañana puede ser nunca. Es la hora…de que suene la música, y así será…

David Gómez Camuñas

1 comentario:

  1. David como siempre estoy contigo,yo que tambien estoy luchando por este mundo de las bandas de la semana santa de toda nuestra geografia,estoy deacuerdo contigo,quiero unime a tus palabras,y poder decir que desde mi pagina web de bandas, www.fuensaco.es.tl que todos estan con nosotros y por que el que tengamos un buen acuerdo,entre bandas y el ayuntamiento,puesto que en otras ciudades los ayuntamientos les facilitan,locales insonorizados para que las bandas puedan tener su lugar,sin tener que pasar por las inclemencias del tiempo,asi que desde aqui pido que haya meditacion con las bandas,que sin ellas,la semana santa tendrian su sentido pero no su sonido,los sones de la pasion de cristo,animo y a por todas,desde la Subdireccion de Fuensaco Bandas,un cordial saludo.

    ResponderEliminar