martes, 15 de septiembre de 2015

Málaga tomó del brazo a su Novia hasta el amanecer


Desde el Patio de los Naranjos hasta su casa hermandad María no estuvo sola en ningún momento, al revés por momentos el trono se tenía que detener porque era imposible avanzar.

Nada más salir del Patio de los Naranjos se encontró con la saeta que le lanzaba desde un balcón Manuel Cuevas. Tras unos ajustes del halo, el trono retomaba su marcha a los sones de una banda que dejó escrita con letras de oro también el libro de esta Coronación Canónica, la Banda de la Paz. La misma que la acompaña cada Martes Santo y que la ayuda a entrar en Echegaray donde saetas, vítores y aleluyas continuaron haciendo grande la tarde. Llegaría la Plaza del Siglo y el arco de los hermanos del Calvario, por el mismo que había discurrido sin coronar ahora la recibía coronada. Una sevillana con la letra de Rafael de las Peñas fue allí interpretada y volvieron a repetirse los aplausos y los vivas entre el estruendo de los fuegos artificiales. Llegaría la Plaza de la Constitución y Larios, Mesón de Vélez engalanado y las calles buscaban otro de los epicentros de cada Martes Santo, la Tribuna de los Pobres, por Cisneros llegaba hasta el Pasillo de Santa Isabel antes de acceder a una Tribuna que hacía horas que había colgado el cartel de no hay billetes. A pulso y a los sones de Encarnación Coronada, la Tribuna vibró y rezó a la Señora del Martes Santo.

Ya el cortejo se había reducido y solo contaba con la cruz alzada y miembros de la junta de gobierno delante de los ciriales que antecedían el trono de María Santísima del Rocío Coronada, a la altura de donde tiene su sede la Hermandad Sacramental de Viñeros tras el saludo de la corporación se produjo el relevo de los hombres de trono que afrontarían el segundo turno que les llevaría hasta la casa hermandad. Después vendría la visita a la sede de la Cofradía de la Paloma, cita a la que no faltó la popular Banda de "La Pepa" venida desde Alhaurín El Grande, María Santísima de la Paloma haciendo un guiño a la coronación lucía manto blanco. Desde allí y tras pasar la angosta calle que lleva a la Plaza de San Francisco se tomaría, Carretería donde a la altura del Bar Jamón

la comparsa de David Santiago esperaba para cantar a la Novia sus letras dedicadas a la Tribuna de los Pobres. Seguiría la procesión por  Álamos hasta Plaza de la Merced para ir hasta Madre de Dios a visitar la Cofradía del Amor y la Caridad y el Rocío de  Málaga-La Caleta, recorrido que se vio alterado por las obras. Todo el recorrido estuvo engalanado para la ocasión, balcones y portales adornados y fotos y carteles de la devoción del Martes Santo colgaban por cualquier lugar del itinerario. Sonidos de la aldea almonteña junto a la Banda de la Paz acompañaron al trono por la Plaza de la Merced antes de dar la curva con "Pasan los Campanilleros" y entrar de lleno en el barrio de la Victoria. En la casa hermandad de "El Rico" esperaban Coco Jurado que recitó, Isabel Fayos y los Cantores de Hispalis que le cantaron la marcha compuesta por Pascual González antes de que el trono se marchara a pulso del lugar.

Federación de Peñas, Hermandad de la Vera+Cruz de Alhaurín el Grande, la Asociación Cultural MiPropioSentir y la Cofradía del Rescate que dispuso en un altar a la Virgen de Gracia en la entrada de calle Agua para recibir a su vecina coronada marcaron una apoteósica calle Victoria rendida ante su Novia que volvía a casa. Repicaron las campanas de San Lázaro y la Virgen del Rocío buscaba su casa hermandad.


Pasaban las ocho y cuarto de un amanecer claro de septiembre, cuando tras catorce horas de procesión María Santísima del Rocío llegaba al salón de tronos de su casa hermandad por fin coronada, repique de campanas, pétalos y fuegos artificiales anunciaron su llegada y culminaron una cita histórica. Por la tarde en unas sencillas andas y con la Banda de Música del Rincón de la Victoria volvería hasta San Lázaro donde le esperaría el saludo del pueblo transformado en un multitudinario besamanos.


Fotos:Miguel Ferrary
LaOpinióndeMálaga

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