lunes, 24 de noviembre de 2014

Prisionero de un barrio


No era Lunes Santo, tampoco una tarde de otoño cualquiera. Salía Jesús Cautivo y cuando lo hace el Señor de la túnica blanca, Málaga se echa a la calle esta vez de su barrio trinitario. No sólo fue Málaga, también venían desde capitales andaluzas de diversas ciudades y de puntos de fuera de Andalucía.

A las cinco de la tarde la cofradía de Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada ponía en la calle su cruz guía, tras ella una centena de hermanos alumbrando con vela, estandarte y guión, también acompañaban las corporaciones que tienen como sede San Pablo, la Hermandad de Medinaceli y otras con vinculación a la fraternidad del Lunes Santo como la del Huerto de Álora. Junta de Gobierno bastón en mano y acólito y ciriales antes del trono que fue portado en dos turnos por 228 hombres en cada uno de ellos. Habitual exorno floral con claveles rojos y risco de corcho con caros  pitas y un centro de rosas rojas, estrenó túnica realizada por el modisto Paco Ruíz. Las bandas que lo acompañaron: en cabeza la del Real Cuerpo de Bomberos y tras el trono la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía con una rica y extensa cruceta que no pudo cumplirse según lo previsto por las inclemencias meteorológicas que recomendaban avanzar rápidamente.

El Cautivo venció al vendaval de viento que azotaba la ciudad y que tuvo detenida la procesión durante una hora por el desprendimiento de una cornisa en calle San Quintín y también venció a la oscuridad cuando calle Trinidad se quedó a oscuras a la altura de su templo, repique de campas y la luz de sus faroles regalaron una estampa única, todas las miradas estaban puestas en el Señor de la túnica blanca. El párroco y director espiritual el Rvdo. D. Manuel Arteaga fue el encargado de levantar el trono al paso por la Iglesia de San Pablo. Antes se había vivido otro momento esperado, no pudo acceder pero decenas de enfermos lo pudieron contemplar desde sus ventanas y los médicos aguardaban en la escalinata del Hospital Civil recinto hospitalario vinculado con la corporación y que cada Sábado de Pasión recibe su visita en el traslado a los tronos procesionales.


En calle Trinidad lo recibieron las hermandades de la Salud y del Santo Traslado que también contó con representación de cofradías del Viernes Santo, Jesús Cautivo fue allí agasajado con una petalada que caía desde su terraza. Tras la maniobra habitual y a los sones de su banda, pasadas las doce y ya en la festividad de Cristo Rey Jesús Cautivo llegaba a su casa hermandad demostrando una vez más con creces que la Málaga que lo vistió de blanco a su llegada hace ahora tres cuartos de siglos lo tiene como devoción de cabecera. Málaga es del Cautivo, esta vez se quedó prisionero en su barrio, no hubo puente ni centro, pero la Trinidad acogió la visita de todos los que contemplan la divina estela del de la túnica blanca.


Fotos:MiPropioSentir

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