Poco antes de que el reloj marcara las ocho de la tarde se iniciaba el cortejo triunfal de la procesión de regreso a su casa hermandad de Nuestra Señora de la Soledad Coronada. La Cruz Guía de la Congregación se abría paso ante un numeroso público en las inmediaciones de la casa hermandad del Sepulcro, y tras ella representaciones de cofradías de gloria y de pasión, cerrando el cortejo las coronadas por orden de antigüedad, más de dos centenares de hermanos acompañaron con velas a su dolorosa. Representaciones de la Armada y de la Legión Española, presidentes de agrupaciones de cofradías y consejos de Andalucía y junta de gobierno de la Congregación. Tras ellos el estandarte de Coronación Canónica y ocho ciriales que alumbraban el discurrir del trono que contó con dos turnos de portadores a lo largo del recorrido. Las notas musicales fueron puestas por la Banda de Cornetas y Tambores del Cautivo y por la Banda de Música “La Oliva” de Salteras (Sevilla) que se estrenaba en Málaga tras el trono de la Soledad Coronada donde interpretó las marchas estrenadas para la ocasión y una cuidada cruceta.

Por Guillén de Castro llegó la Soledad a la Plaza de Félix Sáez ya bien entrada la madrugada, seguía quedando público que pudo presenciar una multitudinaria petalada desde algunos balcones de dicha plaza. Tomaría de nuevo Atarazanas, para cruzar el puente de la Esperanza y el lateral de la Basílica donde los archicofrades esperaban para saludar con un altar en el que presidía una pequeña imagen ataviada al igual que la Soledad. Al llegar a las puertas de su casa hermandad, en la Plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, el cortejo comenzó a subir la rampa para llegar al pasillo de Santo Domingo y visitar a la Virgen de los Dolores del Puente. La capilla de la dolorosa permanecía engalanada para la ocasión y la Virgen del Lunes Santo se presentaba vestida como lo hace cada año en esa fecha, una coral acompañó el momento y el Hermano Mayor dio lectura a un texto en el que recordaba la estrecha relación entre ambas corporaciones de la Parroquia de Santo Domingo. Antes de que las puertas del salón de trono se abrieran, la Soledad visitó a la Virgen de la Estrella que aguardaba en un altar a las puertas de Santo Domingo, tras el rezo de un Ave María y el saludo de las campanillas, el trono comenzó la maniobra para acceder al salón de tronos.
Pasaban las seis de la mañana del domingo 12 de junio cuando a los sones del Himno Nacional, Nuestra Señora de la Soledad Coronada llegaba a su salón de tronos. Finalizaba un centenario que se iniciaba muchos meses atrás con el colofón más grande posible, una Coronación que había echado a Málaga a sus calles y que marcará un nuevo hito en la historia de la Congregación de Mena.
Foto:Gregorio Torres/ LaOpinióndeMálaga
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