miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Pueblo Malagueño y la Hermandad Matriz del Rocío de Almonte padrinos de coronación de la Novia de Málaga


En el año 2015 la Titular mariana de la corporación del Martes Santo estará acompañada en la ceremonia por el Ayuntamiento malacitano y la canalizadora de la romería onubense
 
“Es un honor” ha declarado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, esta tarde a los miembros de la Cofradía del Rocío cuando formalmente le comunicaban la designación como padrino del Pueblo Malagueño. En similares términos de agradecimiento se ha expresado Juan Ignacio Reales, presidente de la Hermandad Matriz del Rocío de Almonte.
 
Su atuendo blanco y el halo de estrellas han contribuido a la consolidación del apelativo popular de ‘Novia de Málaga’; así fue bautizada por el pueblo que se ha encargado, de generación en generación, de fomentar y afianzar esta singular devoción mariana; por ello la Cofradía del Rocío ha designado al Excelentísimo Ayuntamiento de Málaga, en representación del pueblo malacitano por su constante e ininterrumpida implicación, como padrino de la coronación canónica de María Santísima del Rocío.
 
Igualmente, la madrina designada es la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, heredera de la historia devocional, y organizadora de uno de los mayores acontecimientos del orbe católico, que desde el siglo XIII viene concitando a miles de peregrinos en la aldea onubense, donde originariamente se daba culto a Nuestra Señora de las Rocinas.

 
Dos caminos rocieros
 
Un aspecto poco conocido es que la Novia de Málaga fue la precursora, en 1928, de la expansión de la advocación de ‘Rocío’ en las cofradías de Semana Santa de Andalucía; a partir de la década de los cincuenta llegarían más iconos marianos a diversas localidades, aumentando su repercusión en el ámbito pasionista. Este aspecto gana importancia al contextualizarlo en el periodo histórico de la aparición de la advocación en Málaga, ya que la romería almonteña, de la gloriosa Virgen del Rocío, se ceñía a su área de influencia más cercana y las hermandades filiales no superaban la quincena. Con unas comunicaciones nada fáciles para el fluido contacto entre las provincias de Málaga y Huelva, comienzan a convivir en paralelo dos carismas devocionales marianos con la advocación de ‘Rocío’, en corporaciones de penitencia y gloria respectivamente. En el año 2015 confluirán dos líneas paralelas de la devoción hacia una misma advocación a la que en la ciudad mediterránea se bautizó desde el principio como ‘Novia de Málaga’ por incorporar una estética singular, continuada en otros puntos geográficos.
 
Incorporación de María Santísima del Rocío en Málaga
 
Manuel Donato Sánchez Pérez, hermano mayor de la hermandad victoriana en el periodo 1924-1946, fue el impulsor de la incorporación de la advocación de María Santísima del Rocío en la Cofradía de Jesús de Los Pasos. El 11 de noviembre de 1928 fue bendecida la primitiva imagen de la Novia de Málaga, donación de María de los Dolores, viuda de Pina; que posteriormente volverá a dependencias de la donante. La publicación ‘El Pregón’ recogía la noticia: “La nueva imagen de la Dolorosa, el pasado domingo consagrada solemnemente en la capilla de San Lázaro, tiene por bella advocación la de María Santísima del Rocío, nombre que tan gentil tradición posee y tantas dulces evocaciones sugiere en las tierras camperas de Andalucía”.
 
El 8 de marzo de 1931 llega la bendición de una nueva imagen, obra de Pío Mollar; en esa misma ceremonia es bautizada la décima hija de Sánchez Pérez, a la que impuso el nombre de María del Rocío. “La hermandad, pues, ha adquirido una nueva imagen, de talla completa, construida con todo acierto y singular maestría por el notable escultor Pío Mollar, quien ha interpretado fielmente los deseos de la cofradía, que aspiraba a poseer una imagen que no fuese Aurora ni Dolorosa por completo, sino que su fisonomía reflejase un término medio, habida cuenta de su advocación y del tiempo en que ha de proporcionarse en compañía de otra imagen de Pasión”, recogían los medios escritos del momento.
 
El 12 de mayo de 1931, en la quema de iglesias y conventos, la cofradía victoriana pierde a sus sagrados titulares y la práctica totalidad de su patrimonio; hasta el Domingo de Ramos de 1938 no es bendecida la actual imagen de la Virgen del Rocío, autoría también de Pío Mollar. Queda patente que durante el mandato como hermano mayor de Sánchez Pérez la cofradía persistió en la decidida voluntad de rendir culto a María Santísima del Rocío, con claras innovaciones estéticas respecto a las imágenes devocionales de la época.
 

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