lunes, 19 de julio de 2010

Una devoción sumergida

Sin duda es una verdadera historia de amor, la de estos hombres del mar, como mejor se le pueden llamar a la Patrona de tantos mares y de tantos marineros. La guardiana de las aguas y de los que vieron su final en ellos. Cuando la vida esta por medio siempre se juega uno mucho y es necesario tener a alguien a quien econmendar sus súplicas.

Los submarinistas malagueños labraron una pequeña capilla en un espigón cercano a "La Malagueta" para tener siempre en nuestros mares un lugar para elevar sus peticiones. En la mañana de ayer fue emergida de las aguas para que procesionara por tierra.

Colocada en un trono y sobre dos delfines rampantes, que hacían la función de peana. En su mano,por cetro,una biznaga, y los escapularios que durante toda la novena estuvieron a los pies del Carmen de El Perchel.

La Banda de la Trinidad acompañó nuevamente al cortejo y el coro de la Casa de Álora-Gibralfaro. Los portadores vestían sus clásicos trajes de neopreno.

Trás la procesión la imágen fue devuelta a su capilla.

Foto: AzulyPlata

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