martes, 24 de julio de 2012

Nueva pintura de Berzosa para Toledo

El pintor malagueño Raúl Berzosa nos acerca una segunda pintura realizada para la Congregación “Los Hermanos de la Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina” en Toledo, la obra se sitúa en céntrica Iglesia del Salvador de la capital toledana, desarrollamos su programa iconográfico y mostramos la obra.

Título: Revelación de Tuy.
Medidas: 130 x 195 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.

Programa iconográfico

En el lienzo se representa la aparición de la Virgen de Fátima y la Stma. Trinidad en Tuy (Pontevedra) a Sor Lucía. Así recoge en textos redactados por la Hermana Lucía la aparición:



«Estando sola una noche, me arrodillé ante el comulgatorio, en medio de la capilla, para decir las oraciones del Ángel, permaneciendo postrada. Sintiéndome cansada, me levanté y me arrodillé, y continué diciéndolas con los brazos en forma de Cruz. La única luz venía de la lámpara del santuario.»
«Repentinamente, una luz sobrenatural iluminó toda la capilla y sobre el altar apareció una cruz de luz que alcanzaba hasta el techo.»
«En una zona brillante pudo verse, sobre la parte más alta de la Cruz, el rostro de un hombre y su cuerpo hasta la cintura; sobre Su pecho había una paloma, igualmente luminosa.»
“Y clavado a la cruz, el cuerpo de otro hombre.
“Un poco abajo de la cintura, suspendido en el aire, se veía un Cáliz y una Hostia grande, dentro del cual cayeron algunas gotas de Sangre desde el rostro del Crucificado y de la herida en Su pecho. Estas gotas rodaron por la Hostia y cayeron dentro del Cáliz.
“Bajo el brazo derecho de la Cruz estaba Nuestra Señora con Su Inmaculado Corazón en Su mano... (Era Nuestra Señora de Fátima con Su Inmaculado Corazón... en Su mano derecha... sin una espada ni rosas, pero con una corona de espinas y llamas...)
“Bajo el brazo izquierdo (de la Cruz), unas grandes letras, como si fueran agua clara cristalina corriendo sobre el Altar, formando estas palabras: "Gracia y Misericordia".
“Yo comprendí que era el misterio de la Santísima Trinidad que se me mostraba, y recibí luces sobre este misterio, de las cuales no me es permitido revelar.”

En la representación de la pintura se busca que el espectador forme parte de la escena, viéndose en la situación de Sor Lucía. El centro de la composición es ocupada por la Sagrada Forma, la Sangre del rostro es la Sangre producida por el terrible martirio de la Pasión: coronación de espinas, golpes en la cara, flagelación, caídas del Señor. Podríamos decir que el la Sangre de los dolores físicos.

La Sangre que brota de la llaga del Costado, tiene un particular simbolismo: es la Sangre del dolor moral y espiritual del Señor. La Pasión de su Corazón. Y representa también el manantial inagotable del cual continúan todavía hoy brotando las gracias de la Redención. La Sangre y el agua que brotaron del Costado herido y traspasado por la lanza significan místicamente los Sacramentos de la Iglesia.

Sobre Cristo crucificado el Espíritu Santo representado por la paloma y Dios Padre, de su pecho sale una gran luminosidad, en este caso no se ha optado por Dios Padre anciano, sino más joven atendiendo a las palabras de Jesús "Felipe, quien me ha visto a Mí ha visto al Padre, porque el Padre y yo somos uno".

Bajo el brazo derecho de Cristo aparece la Santísima Virgen mostrando en su mano izquierda el Corazón Inmaculado, bajo el brazo izquierdo de Cristo las palabras “Gratia et Misericordia” visión que pretende manifestarnos la relación que existe entre el Sacrificio del Calvario y la Santa Misa que es renovación incruenta de ese mismo sacrificio, por eso las palabras caen sobre el altar real sobre el que cada día se celebra la misa.
La iluminación parte tras Cristo crucificado abriéndose paso entre la oscuridad que rodea.

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