martes, 10 de abril de 2012

Jueves sin Esperanza

El  que brilla más que el Sol, dejó el brillo para otro año, y amaneció muy temprano en el puerto esperando a los hombres venidos del Tercio y que trasladan a su Cristo. Traslado del Santísimo Cristo de la Buena Muerte multitudinario, y que como siempre da la vuelta al mundo.

La tarde comienza con Santa Cruz, la severidad, el luto y el esparto en la tarde del Jueves Santo, sin duda es una tarde de contrastes. Partieron desde el remozado templo de San Felipe Neri para realizar estación de penitencia en la Catedral.

El Jueves Santo, la Iglesia celebra la última cena de Nuestro Señor Jesucristo, y que bien saben hacerlo en Puerta Nueva. El cambio ha sido radical y los grandiosos tronos de la Hermandad caminan como nunca. Cuidado cortejo y estudiada cruceta para que no decaiga nada. El Señor de la Cena pasó por todo su recorrido acompasado con la Agrupación Musical que lo acompaña brillantemente. Tras Él viene la Paz eterna malacitana, un enrome galeón de plata que surca las calles de esquina a esquina, pero que cada año camina mejor.

Viñeros, es el Señor de Carreterías, de ahí el nombre de la marcha que le dedica su Agrupación Musical, estrenando la nueva hechura de su trono de carrete enormemente malagueño y dando paso a la Señora del Traspaso y Soledad que como palio lleva el cielo malagueño.

Cornetines legionarios se oyen desde Santo Domingo, Cristo ha muerto, pero su Muerte es Buena, nada más hay que mirarlo y escuchar a sus Caballeros Legionarios, su Madre de la Soledad camina tras sus pasos, estrella de los mares, fénix de hermosura plena, madre malagueña.

El Perchel se queda chiquito, cuando sale su Señor, Ancha del Carmen es el pórtico y allí lo esperan sus vecinos. Desde su flamante casa hermandad partieron El Señor de la Misericordia y la Señora del Gran Poder.

Y tras esto empezaron a amenazar las nubes, los hermanos de la Misericordia tuvieron que aligerar su paso y cubrir de plástico el manto de su Dolorosa.

En calle Mármoles hace siglos una rosa quedó prendida del pecho de una Virgen, hoy se sigue recordando y Málaga se tiñe de rojo para acompañar a la Madre Coronada de la Amargura, su Hijo, el Cristo de los Milagros abre el cortejo. Los hermanos de Zamarrilla se vieron sorprendidos por la lluvia y tuvieron que cambiar el itinerario de vuelta a su casa hermandad.
Málaga se quedó sin Esperanza, y ya van dos años, el Nazareno no pudo bendecir al pueblo, ni la Señora pisar el romero, el chubasco que descargó cuando se disponían a iniciar la procesión obligaron a la Junta de Gobierno a suspender la procesión. Esta vez y como en 2011, Málaga volvió a pasar ante ellos.

Vera+Cruz era esperada y muchos no quisieron perdérselo tras su restauración. La gente marcho hasta San Juan para ver salir al Crucificado que partía hasta la Catedral de donde volvía con los primeros rayos de Sol de Viernes Santo.






Foto Traslado Buena Muerte:laopiniondemalaga.es





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