La jornada del Domingo de Ramos,
es la propia de citarse con la tradición, con las costumbres de cada año, con
la bulla, con las prisas por ver el primer trono en la calle, por escuchar la
primera campana. Es Domingo de Ramos.
Todo comienza en calle Parras con
“Pescador de Hombres” el Señor de la Pollinica avanza precediendo a la Señora
del Amparo, este año se sucedieron los pulsos, algo novedoso en estos tiempos
en la corporación de San Agustín.
Que decir de Lágrimas y Favores,
nada que ver con la que recorría en Rosario de la Aurora las calles del Centro
antes de la primera cruz guía, el buen hacer y el saber estar en las calles se
han aliado y caminan como camina su trono con pasos medidos al son de la
música.
El Huerto de los olivos estaba
fuera de la ciudad y allí dicen las Sagradas Escrituras que Jesús sudó sangre.
En los aledaños del Perchel tiene la Archicofradía del Huerto su casa hermandad
y de allí parte para iniciar los cortejos de la tarde en el recorrido oficial,
un conseguido huerto de corchos y florecillas silvestres recreó fielmente lo
acontecido hace algo más de dos mil años.
Momento único su salida, la cruz
del Nazareno sale a las calles de Málaga desde San Felipe Neri, la Salutación
está en la calle. Acierto el de ir acompañada por la Agrupación Musical San
Lorenzo Mártir. Nos queda por ver algún día su Madre del Patrocinio.
Lo de Cibeles no fue un hecho
cualquiera, en Málaga cada Domingo de Ramos lo vuelven hacer. El Señor del
Prendimiento bajó desde Capuchinos con su Madre del Gran Perdón como sólo estos
cofrades saben hacerlo. Carrión sigue siendo cita ineludible para ver su vuelta
ya en la madrugada del Lunes Santo.
Fotos:InciensoyVaral
Fotos:InciensoyVaral
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