
La exposición, que se compone de pintura, escultura, orfebrería, bordados y documentos, muestra el patrimonio de la Iglesia de Málaga desde el siglo XV hasta nuestros días. Están representadas desde la suntuosidad catedralicia a las parroquias, pasando por los conventos de clausura o hermandades. Entre las obras destacan la Virgen de la Esperanza, un anónimo del siglo XV de la Colegiata de San Sebastián de Antequera; el Milagro de los santos Cosme y Damián, del s. XVI, procedente de los fondos del Palacio Episcopal; el Santísimo Cristo Resucitado, titular de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, obra de José Capuz; La Adoración de los Magos, anónimo del S. XVI, de la Catedral; varias Dolorosas de Pedro de Mena del s. XVII, San José de Carvajal; La Trinidad de San Julián de Niño de Guevara y muchas más.
Por
salas
La
exposición comienza en el siglo XV-XVI con los primeros vestigios del
cristianismo en la Diócesis de Málaga tras la Reconquista. La primera sala gira
en torno a la arquitectura y a los objetos de culto y devoción, es decir, el
espacio para las celebraciones litúrgicas. Destacan la imagen, la pintura, la
orfebrería y su puesta al servicio de esa acción litúrgica, con piezas de
finales del Gótico y Renacimiento, que representan esa primera manera de vivir
la fe durante estos siglos. En estas salas están representadas las primeras
colegiatas y parroquias, que por orden de los propios Reyes Católicos se
dedican a la Virgen; especialmente a la advocación de la Encarnación. Por ello,
están la Colegiata de Santa María la Mayor de Antequera, Ronda, Vélez-Málaga y
la propia Catedral de Málaga. Así como algunas piezas de las primeras
parroquias que se fundan en la ciudad: Santiago, San Juan y el Sagrario.
A
través de estas obras se explica todo lo que significa el espacio litúrgico. La
pieza central de esta sala es, sin duda, la Virgen de la Esperanza de Antequera
que pertenecía a la Colegiata de Santa María y representa no solo a la Virgen
como madre y trono de Cristo, sino también a la Iglesia.
A
su vez, en esta sala destacan algunas reliquias de la Catedral, que en aquella
época tenían una gran importancia en la vivencia de la fe. Los cristianos
buscan todo aquello que esté relacionado o sean objetos cercanos a Cristo, la
Virgen o los santos. Como un Lignum Crucis o fragmento de la Vera Cruz que se
encuentra en la Catedral de Málaga. La
segunda sala representa la tradición iconográfica del cristianismo teniendo
como fuente fundamental los evangelios y toda la tradición de los escritos de
los santos padres de la Teología, unido a la tradición popular u otras fuentes
como los apócrifos. Este espacio se caracteriza por representar los misterios
de la vida de Cristo y de la Virgen a través de su iconografía simbólica, como
son los emblemas u otro tipo de imágenes alegóricas que nos llevan a ver quién
es Cristo simbólicamente para un cristiano. En esta misma sala, encontramos los
evangelios de la infancia como son Natividad,Epifanía, Huida a Egipto y, a la vez, los momentos más importantes de la vida
de la Virgen representados en una serie de pinturas al cobre.

Esta
exposición y como hace público el portal de la Diócesis de Málaga ha sido
posible gracias a la colaboración de la Catedral, el Ayuntamiento y la
Diputación de Málaga, así como la Fundación Unicaja, Grupo ORP, Imprenta
Bollgraf, Pinturas Rivero, Agrupación de Cofradías, Chapitel Restauración,
Disofic y Estudio de Arquitectura Técnica Pablo Pastor.
Fuente y fotos:Diócesis de Málaga
Fotos:S.Fenosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario