70 años.Una vida de devoción

Cartel Hermanamiento, Eugenio Chicano (2010)

2010 celebra los setenta años de la llegada a la ciudad de dos imágenes que estarían llamadas a ser referencia de nuestra Semana Santa. Dos cofradías señeras y próximas en el espacio requerian los servicios de un ya mayor, pero afamado Mariano Benlliure y Gil para que tallara sus dos esfigies cristíferas.

Aunque no se realizaron a la vez, si llegaron juntos a la ciudad en marzo de 1940 dispuestos a procesionar y encontrarse con el pueblo malagueño en la cercana Semana Santa de ese año. El Nazareno del Paso venía a sustituir al "conocidísimo" Moreno al que los toneleros pusieron como sagrado Titular destruido desgraciadamente en las revueltas de 1931 y el Cristo de la Expiración venía a marcar una historia en la Cofradía de San Pedro.

Al dulce Nazareno

En 2009 celebrábamos los 400 años que lleva esta portentosa imagen nazarena bendiciendo al pueblo de Málaga, en la Plaza de las cuatro calles, ya no queda nada de esa plaza ni tampoco de los que lo portaron o simplemente se arrodillaron a su paso aquella primera vez, pero queda el mensaje de ese Señor que no derrama ni una sola gota de sangre en su particular calle de la Amargura que no es otra que nuestra calle Larios, vía sacra malagueña.
Rostro humanizado, bendición y lirios morados para acompañar el caminar hacía el madero del Gólgota malacitano.
Toneleros de los viejos percheles sembraron tu advocación entre dominicos y una Esperanza que pronto vino a acompañarte, has sembrado esa devoción que hoy te une con tu tierra.
La sinrazón, el odio y la incultura acabaron con el moreno de tirabuzones que recortaba la estampa entre los viejos corralones del Perchel en la mañana del Viernes Santo, viniste tú salido de las gubias de un artista que anteriormente poco se había encargado de esculpir imágenes divinas, nos regaló la imagen más humana y divinizada a la vez sin ningún rastro de su pasión, con rostro sereno y rasgos judíos propios de Jesús de Nazareth.

Expiración Percherlera

Siempre me contaron que había un Cristo que moría en Málaga, que enmudecía a su paso a los presentes y que vivía en San Pedro. Entre bronce, caoba y plata en alfombra de buganvillas, y en el majestuoso trono en el que todo simboliza algo sale a las calles de Málaga el Stmo. Cristo de la Expiración, el que parece llamar al Padre a su paso por el Puente de Tetuán,


donde ya todo se ha consumado,

donde la luz se ha tornado en tiniebla,

cuando el Miercoles da paso al Jueves,

las manecillas del reloj marcan la madrugada,

con el Benemérito Instituto como Hermanos Mayores acompañando.

Cristo EXPIRA.

Malagueños, no hay mayor tesoro andante en la calle, que ver a la Expiración en la noche del Miercoles Santo. Sigue sobrecogiendome el momento y el sereno caminar de su trono. Málaga en silencio lo espera para acompañar el final del Hijo de Dios en la cruz.

Benlliure: Paso y Expiración

Benlliure, valenciano de nacimiento a lo mejor nunca llegó a comprender el sentir de este pueblo hacia lo divino, la estatua del Marqués de Larios no se iba a quedar sola como su legado para Málaga cuando la tallara en 1899, que sombrero en mano desde la mejor tribuna cofrade parece saludar a sus otras dos grandes obras que realizó para la capital, que llegaron juntas a nuestra ciudad desde la capital del Reino.
La expresión de sus rasgos no las hacían lo más comunes en lo que hasta la fecha se había visto en la iconografía cofrade malagueña, pero lo acercaban a la divinidad con su rostro y anatomía humanizada.
Benlliure, que nos regalaste las dos madrugadas que nunca deberían amanecer del año, la del Miércoles de la Expiración de Nuestro Señor desde San Pedro y la del Jueves Santo con tu Nazareno del Paso que como dice el soneto se arrodilla para recibir la bendición.
70 años después de que estas dos obras de arte llegaran a nuestra ciudad. Málaga sigue rezándoles en cada esquina, en cada plaza o en el silencio de sus templos, la gubia divina de Benlliure nos dio el testimonio más grande posible, el que Dios nos enseñó.

Hermanamiento

Las dos Archicofradías han formalizado en la pasada Cuaresma, su hermanamiento con numerosos actos y cultos para fomentar la hermandad entre las dos corporaciones nazarenas. El genio de Eugenio Chicano inmortalizó el momento en su cartel representando los dos rostros entre buganvillas y romero en una cartela del trono del crucificado. El maestro Antonio Garrido, pregonó la efeméride en el Teatro Cervantes. Cada procesión, tuvo representación de la Archicofradía hermanada. Por eso, el Miercoles Santo nazarenos "moraos y verdes" recorrían las calles y el Jueves "moraos" y negros acompañaban al cortejo. Ahora es el turno de los Archicofrades de una y otra que debemos rubricar para la historia nuestro hermanamiento que solo ha venido a poner una fecha a este evento porque siempre estuvimos hermanados.

Foto: Azul y Plata y cartel hermanamiento, Eugenio Chicano