sábado, 18 de mayo de 2019

Una pintura de Ángel Calle anuncia la festividad de los Patronos

El salón de los espejos del Ayuntamiento de Málaga acogía en el día de ayer la presentación de la obra que anuncia la festividad de los Santos Patronos de la ciudad y el pregón que cada año se celebra en su honor. Sería Paloma Artola la encargada de presentar al pregonero, Manuel Molina Gálvez, pregonero de la Semana Santa de Málaga de 2005 y de infinidad de corporaciones que ha glosado con su sublime prosa la obra que ha realizado Ángel Calle Matas para anunciar la festividad del 18 de junio. 

La obra es una pintura de 79x122 cm en tablero de contrachapado con imprimación sintética en la que Calle ha utilizado la técnica del óleo y collage y que está cargada de detalles. Tratándose de una congregación de Gloria, el pintor ha querido representar el sentido glorioso que tiene, que dos jóvenes entreguen su vida en defensa de Cristo y no adorar a los ídolos romanos. El estilo de pintura está inspirado en la corriente del simbolismo que se desarrolló en el último tercio del S.XIX y acaba a principios del S.XX con la instauración del Surrealismo y el Expresionismo. 

Ángel Calle, toma como base “Dextera Domini” (la mano derecha de Dios) representada en el arco toral de la pequeña iglesia románica de San Clemente del Tahull, en el Valle de Boi en Lérida, cuyo significado es la protección divina y la legitimación del poder del Padre (siglo XII, consagrada en el año 1123). Se consideraban estas pinturas como lo mejor del Románico por su simbolismo y mensaje. Igual que el “Maestro del Tahull” ha representado la “Dextera Domini” dentro de un círculo blanco vacío que alude lo infinito que es el poder y el amor de Dios Padre y el momento que recibe las almas de los Santos Mártires Paula y Ciriaco. 

En el siglo IV el obispo San Gregorio de Nisa, en referencia a las representaciones pictóricas, decía “la muda pintura habla sobre el muro y hace, con ello, mucho bien”. La escena de la obra está representada en dos partes, la terrenal y la celestial, divididas por una tela púrpura plegada. En la parte de arriba aparecen los santos Paula y Ciriaco sin vestiduras recamadas, desnudos y semienvueltos en una tela que por su composición le da dinamismo al momento, subiendo al encuentro del Padre despojados de todo lo terrenal. A cada lado, dos árboles yermos manchados con la sangre del martirio al que han sido sometidos. Asimismo, en el centro, la pila de piedras de la lapidación de donde emerge los santos. 

Abajo, la parte terrenal se abre en tres vías, a la izquierda un poblado hispanorromano y una serie de esculturas (Venus, Ceres, Fortuna Diana, Mercurio, Hermes) a la que los mártires renunciaron en defensa de la Fe de Cristo). A la derecha los ídolos actuales de la sociedad (hay catalogados más de veinte) y he representado los más significativos: droga (marihuana y heroína), teléfonos móviles, alcohol y juego. En el centro, la vía verde de la esperanza como camino de la salvación y la fe en Cristo, que representa en una imagen etérea del crucificado que une el camino de la Salvación y la Vida Eterna que nos ofrece el Padre.

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