Los papas Juan Pablo II
(1920-2005) y Juan XXIII (1881-1963 serán canonizados este domingo 27 de abril.
La fecha de la canonización de ambos papas fue revelada por el papa Francisco
el pasado 30 de septiembre, durante un consistorio en el que exaltó la vida de
dos de sus predecesores al frente de la Iglesia Católica.
Cuando Juan Pablo II y Juan XXIII
sean canonizados, serán tres los papas que han alcanzado la santidad en los
últimos cien años, junto con Pío X, en 1954. Dos papas serás canonizados
conjuntamente. Será la primera vez en la historia. Juan Pablo II (Karol
Wojtyla) y Juan XXIII (Angelo Roncali), serán elevados a los altares este
domingo en Roma, en una ceremonia presidida por el papa Francisco. La
canonización, en la que participa una delegación diocesana encabezada por el
Obispo de nuestra diócesis D. Jesús Catalá, podrá seguirse a través de televisión
a partir de las 10.00 horas.
JUAN PABLO II
El beato Juan Pablo II era un
“hombre de oración”. En él el deseo de perfección se manifestaba tan
fuertemente que lograba tener siempre despierto el espíritu a través de la
oración incesante y la escucha meditada de la palabra de Dios. La Eucaristía
constituía el centro de su vida. Su fe profunda y la confianza en la ayuda
divina en los eventos críticos de la vida, como también el total abandono en la
ayuda materna de la Beata Virgen María, se manifestaban con particular fuerza
en los momentos de oscuridad, como, por ejemplo, después del trágico atentado
de 1981 o durante la dura prueba del avance de la enfermedad. Agradecía siempre
y atribuía a Dios los méritos por todo don recibido.
Su primer lema “¡No tengáis
miedo! ¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!” pronunciado durante la
celebración de apertura del ministerio marcó su programa durante su largo
Pontificado, permaneciendo vivo en los corazones de los fieles aun después de
su muerte.
JUAN XXIII
Angelo Roncali era un hombre con
una paciencia serena, capaz de soportar los problemas y las pruebas de la vida.
Desde joven hizo el propósito de alimentar siempre la Fe, de no dejarla
envejecer, tratando de permanecer siempre niño ante Dios, como enseña Jesús en
el Evangelio. Fue un sacerdote libre de ambiciones de carrera y capaz de
cordial colaboración. Como Obispo antes y como Romano Pontífice después, supo
siempre curar una forma colegial en el ejercicio de la autoridad, con un
cuidado especial por los sacerdotes y su formación, así como por los laicos,
invitándolos a un apostolado responsable. Es a partir de ese constante deseo de
hacer crecer la Fe que se empeñó en favorecer la participación activa de los
fieles en la liturgia y manifestó siempre una gran sensibilidad ecuménica. Fue
capaz de comunicar, prefiriendo formas simples e inmediatas, con imágenes de la
vida cotidiana, logrando así entrar inmediatamente en el corazón de las
personas.
LA CEREMONIA
Este domingo, Francisco
canonizará a dos de sus antecesores, Juan XXIII y Juan Pablo II, se prevé que a
la ceremonia asita también el Papa emérito Benedicto XVI.
Puedes encontrar más información
en la web 2papisanti.org
Fuente:Diócesis de Málaga
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