Domingo de Sol, de ilusión y de
estreno pero ante todo de Semana Santa, así fue la jornada de ayer, la ciudad
echaba en falta un día así tras lo vivido el pasado año por las inclemencias
del tiempo.
Un Domingo de Ramos que en cada
edición se hace más grande, sin duda de todo ello tiene la culpa el buen hacer
de sus corporaciones. La Pollinica, es la cofradía por antonomasia de los más
pequeños y de las ilusiones, de los que nunca quisimos hacernos mayores. Será
esta la última vez en la que hemos contemplado el trono del Señor, ya que se prevé
el estreno del nuevo trono para 2015. Brillante recorrido el de los de San
Agustín que en la pasada noche ya han devuelto a sus titulares a su sede
canónica. Pero la mañana no es sólo de la Pollinica, comparten momento con la
sección de Lágrimas y Favores de las Reales Cofradías Fusionadas, un recorrido
esperado y buscado, Málaga va a buscar a la “Virgencita bailarina” como llamó
un pregonero estrechamente vinculado a la sección fusionada. El Huerto y la
Humildad inician la tarde distintos enclaves y distintas formas de entender
pero ante todo que dejan un buen sabor al cofrade que baja al centro. A los
archicofrades cuesta verlos al otro lado del río pero sin duda es un avance más
de la labor de los cofrades en esta ciudad. Los victorianos estrenaron estampa de su Señor que
estaba cubierto por la clámide.
La Salud volvió a echar a un
barrio tras ellos y bajar al Centro, también volvió a congregar a cientos de
personas en su recorrido de vuelta por calle Nueva. Entorno el de Calle Nueva
subrayado en los itinerarios del Domingo de Ramos al igual que la cuesta de
calle Carrión, allí dos tronos tan malagueños como sus proporciones suben al
compás de la música y del apoyo de cientos de cofrades camino de su casa
hermandad, así llega a su barrio el Prendimiento, Capuchinos no lo deja sólo en
ningún momento. Tampoco dejan los habitantes de Capuchinos a su Hermandad del
Dulce Nombre, que lucía ayer una parte más del trono del Señor de la Soledad
culminada y estrenaba el gallo realizado por Antonio Bernal que acompaña el
pasaje evangélico representado por la corporación.
Un cuarto de siglo lleva la
Verónica enjugando el rostro del Nazareno de la Salutación en el entorno de San
Felipe, preciados pinceles cada año dibujan la faz más divina. Procesión la de
ayer con aromas de aniversario, ya son veinticinco años y por ello túnica lisa
para el Nazareno y ropajes del grupo escultórico que recordaban las primeras
salidas también el trono lucía tras la rehabilitación que se ha llevado a cabo
sobre el. También cambio en el discurrir procesional, como el paso por calle
Gigantes. Para 2015 nos atrevemos a esperar al Patrocinio tras su hijo. Para
ello aún queda, sigamos disfrutando y esperando
también
contar con Humildad y Paciencia en el próximo Domingo de Ramos.
Es Lunes Santo.
Foto:F.J Pérez Segovia / La Opinión de Málaga
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