Despuntaba el alba, y a bordo de una jábega típica embarcación malagueña, llegaban en el día de ayer la Cruz y el Icono que el reciente beato el Papa Juan Pablo II, dejó a los jóvenes como testigo.
Ya se encuentra en la Diócesis malacitana y en la presente semana recorrerá los diferentes Arciprestazgos que la componen para concluir su visita en Málaga, en la Catedral a finales de semana antes de partir para otras comunidades cristianas españolas.
Este sencillo acto, pero cargado de simbolismo por lo que entraña esta humilde cruz de madera sin ningún tipo de adorno será el pórtico de la venida a España del Santo Padre el próximo mes de Agosto, donde como todos saben Málaga estará representada en el Vía Crucis por dos titulares cristíferos de nuestra Semana Santa, el Señor del Prendimiento y el Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
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