La luz del fuego de los capachos alumbró el recorrido a la Divina Pastora.
Un año más decenas de vecinos prendieron en alto sus capachos para acompañar a su Señora en una de las procesiones que más singularidad despierta en la provincia. A sones de villancicos y vestidos con atuendos pastoriles los moriscos (como son conocidos los nacidos en este pueblo) realizan la procesión desde la capilla hasta el Iglesia Parroquial de Santiago, con un sinuoso recorrido que transporta a más de uno a otros siglos, de esta forma se vive cada año intensamente esta singular fiesta.
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