Eran las 11:55 horas del 11 de
junio de 2016 cuando el obispo de la Diócesis, Jesús Catalá y el cardenal
Fernando Sebastián imponían el halo que le reconoce su Coronación Canónica,
máximo reconocimiento por parte de la Iglesia a Nuestra Señora de la Soledad.
Sones de fanfarrias y emocionados aplausos de congregantes, devotos y fieles
que se agolpaban en una Catedral repleta de público en una calurosa mañana de
junio. La Misa Estacional ha estado presidida por el Obispo de Málaga, acompañado
por el cardenal Sebastián, el Vicario General de la Diócesis, el Delegado de
Hermandades y Cofradías, el Párroco de Santo Domingo, y numerosos sacerdotes
entre los que se encontraban algunos miembros del Arzobispado Castrense. El
acompañamiento musical de la Misa Estacional ha corrido a cargo de la Capilla
de Música Maestro Iribarren bajo la dirección de Antonio del Pino.
El Almirante de la Flota, Francisco
Javier Franco Suanzes representando a la Armada Española y María del Pilar
Lanzac por parte de las Hermanas de la Cruz que ejercían su padrinazgo habían
entregado momentos antes al obispo para su bendición el halo diseñado por
Fernando Prini y ejecutado en los talleres de Manuel Valera.
La Virgen de la Soledad se
situaba justo delante del baldaquino y de la gloria creada por Francisco
Naranjo estaba flanqueada por San Carlos y Santo Domingo y estrenaba la saya de
Curro Claros, bordada para la ocasión por Joaquín Salcedo.
Pasadas las 14:30 horas, Nuestra
Señora de la Soledad Coronada abandonaba la Catedral por el Patio de los
Naranjos en unas sencillas andas portada por miembros de la Armada Española y
visitaba la sede de la Cofradía del Sepulcro antes de llegar a su casa
hermandad en calle Alcazabilla de donde parte a las 20 horas rumbo al Perchel.
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