María Santísima del Rocío accedía a la Catedral pasadas las 23:30 horas,
no fue fácil la maniobra de entrada y tampoco fue fácil encontrar un hueco en
su recorrido para contemplar la belleza desplegada por la Señora Victoriana en
la previa de su día más grande y esperado. Desde la Victoria hasta el Patio de
los Naranjos el gentío a su alrededor fue en aumento. La ciudad se volcó con la
venerada imagen y con una cofradía que lleva años preparando con esmero este
acontecimiento. La procesión partió desde su casa hermandad con algo de retraso
por los ajustes del quitacimbra en los varales del trono. El cortejo lo
iniciaba la Banda de Cornetas y Tambores "Santa María de la Victoria"
seguidos de la cruz parroquial y una amplia representación de hermanos con
velas.
Portada en su mayoría por los hombres de trono de cada Martes Santo y
algunos devotos, con los sones magistrales que interpretó la Banda de la Paz y
con su gente, la que la vitorea y aplaude en cada esquina. Saya, manto a
estrenar para tan magno acontecimiento, la calle central de su candelería
encendida, en el entrecalle la réplica de la Virgen del Rocío entregada por la
Hermandad Matriz de Almonte y con los arbotantes de la Virgen de Gracias
adornados con flores de cera, así llegó María Santísima del Rocío a la Catedral
citándose también con la historia.
Todo fue un adelanto, para hoy queda el plato fuerte, pontifical y
procesión triunfal de regreso a su barrio.
Foto:Alex Zea (LaOpinióndeMálaga)
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