No era Lunes Santo, tampoco una
tarde de otoño cualquiera. Salía Jesús Cautivo y cuando lo hace el Señor de la
túnica blanca, Málaga se echa a la calle esta vez de su barrio trinitario. No sólo
fue Málaga, también venían desde capitales andaluzas de diversas ciudades y de
puntos de fuera de Andalucía.
A las cinco de la tarde la
cofradía de Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada ponía en la
calle su cruz guía, tras ella una centena de hermanos alumbrando con vela,
estandarte y guión, también acompañaban las corporaciones que tienen como sede
San Pablo, la Hermandad de Medinaceli y otras con vinculación a la fraternidad
del Lunes Santo como la del Huerto de Álora. Junta de Gobierno bastón en mano y
acólito y ciriales antes del trono que fue portado en dos turnos por 228
hombres en cada uno de ellos. Habitual exorno floral con claveles rojos y risco
de corcho con caros pitas y un centro de
rosas rojas, estrenó túnica realizada por el modisto Paco Ruíz. Las bandas que
lo acompañaron: en cabeza la del Real Cuerpo de Bomberos y tras el trono la
Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía con una rica y extensa cruceta que
no pudo cumplirse según lo previsto por las inclemencias meteorológicas que
recomendaban avanzar rápidamente.
El Cautivo venció al vendaval de
viento que azotaba la ciudad y que tuvo detenida la procesión durante una hora
por el desprendimiento de una cornisa en calle San Quintín y también venció a
la oscuridad cuando calle Trinidad se quedó a oscuras a la altura de su templo,
repique de campas y la luz de sus faroles regalaron una estampa única, todas
las miradas estaban puestas en el Señor de la túnica blanca. El párroco y
director espiritual el Rvdo. D. Manuel Arteaga fue el encargado de levantar el
trono al paso por la Iglesia de San Pablo. Antes se había vivido otro momento
esperado, no pudo acceder pero decenas de enfermos lo pudieron contemplar desde
sus ventanas y los médicos aguardaban en la escalinata del Hospital Civil
recinto hospitalario vinculado con la corporación y que cada Sábado de Pasión
recibe su visita en el traslado a los tronos procesionales.
En calle Trinidad lo recibieron
las hermandades de la Salud y del Santo Traslado que también contó con
representación de cofradías del Viernes Santo, Jesús Cautivo fue allí agasajado
con una petalada que caía desde su terraza. Tras la maniobra habitual y a los
sones de su banda, pasadas las doce y ya en la festividad de Cristo Rey Jesús
Cautivo llegaba a su casa hermandad demostrando una vez más con creces que la
Málaga que lo vistió de blanco a su llegada hace ahora tres cuartos de siglos
lo tiene como devoción de cabecera. Málaga es del Cautivo, esta vez se quedó
prisionero en su barrio, no hubo puente ni centro, pero la Trinidad acogió la
visita de todos los que contemplan la divina estela del de la túnica blanca.
Fotos:MiPropioSentir
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