Su padre labró el retablo
callejero que cada noche de Jueves Santo es galeón de oro por las calles de
Málaga. Ayer volvían sus hijos a donde se custodia ese tesoro del barroco malagueño
del siglo XX.
Los hijos de Andrés Cabello
Requena, artífice del trono de María Santísima de la Esperanza regresaban
después de muchos años a la casa hermandad de la Archicofradía del Paso y la
Esperanza, tenían una cita histórica, algunos de ellos venidos desde Alemania
se disponían a depositar las cenizas de su padre en los columbarios de la
basílica esperancista, les acompañaba Rafael Ruíz Líebana, el alumno del
maestro. El Hermano Mayor, Director Espiritual y algunos directivos estuvieron
presentes. También han sido donadas recientemente el conjunto de gubias con el que Cabello realizó el trono para que sean expuestas próximamente en el museo de la cofradía.
La historia se volvió a dar la
mano después de varias décadas y el artista que realizó el trono de la Señora
ya reposa bajo su imagen.
Fotos:InciensoyVaral
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