El sábado 14 de julio tendrá
lugar la cena benéfica que la Hermandad del Monte Calvario organiza anualmente.
Por segundo año consecutivo, los beneficios de esta cena serán destinados a
sufragar una beca de estudios de un seminarista para su formación en el
Seminario Diocesano de Málaga durante el próximo curso 2012/13. Esta Hermandad
renueva así su compromiso de colaboración fraternal con el Seminario para la
consecución de nuevas vocaciones sacerdotales, tan necesarias como escasas hoy
en día.
El precio de la invitación es de 30 euros, e
incluye una consumición después de la cena. Para adquirir alguna invitación,
contactar con Damián Lampérez (encargado de la Comisión de Caridad) en el
teléfono 696 130 274, o en el email damianlamperez@hermandadcalvario.es
El Seminario Diocesano y su
relación con la Ermita y la Virgen del Monte Calvario
El Beato Ob. Manuel González construyó el
actual edificio del Seminario en la década de los años veinte. Desde su
inauguración, dada su proximidad a la ubicación de la Ermita del Monte
Calvario, introdujo la laudable costumbre de que todos los seminaristas, el
Viernes de Dolores, tuvieran la Misa de comunidad en dicha capilla. Tras el
lapso de la Guerra Civil, la costumbre se recuperó en el 1940, año a partir del
cual los seminaristas recuperaron y mantuvieron la capilla, que en el convulso
año de 1936 había sido incendiada.
Desde el año 1941, con la llegada de la imagen
de Santa María del Monte Calvario, los seminaristas promovieron esta popular
devoción, que aumentó exponencialmente a partir de 1944 con la celebración del
Septenario de Viernes en honor de los Siete Dolores de la Virgen, que se
celebra desde entonces cada año. Los seminaristas Prudencio Jiménez y Manuel
Gámez -este último, actual capellán y Director Espiritual de la Hermandad-, con
el apoyo del Rvdo. D. Francisco Carrillo -entonces formador del Seminario-
impulsaron de manera decisiva la recuperación del culto en la Ermita.
Durante los años 50, D. Prudencio Jiménez, por
entonces convertido en Director Espiritual del Seminario, fue también capellán
de la ermita, apoyado por D. Manuel Gámez, que ocupaba el puesto de director de
la Schola Cantorum del Seminario.
En las postrimerías de la década de los años
60, surge una lamentable crisis de vocaciones sacerdotales. Se reduce
considerablemente el número de seminaristas. El escaso número de alumnos del
Seminario, por disposición episcopal marcha a Granada para estudiar en la
Facultad de Teología. El Seminario, que desde su fundación por el obispo D.
Manuel González se había responsabilizado del culto de la Ermita del Calvario,
quedó cerrado. D. Francisco Carrillo, a la sazón Vicario General de la
Diócesis, encomendó a D. Manuel Gámez la labor de capellán de la ermita, labor
que ha ejercido de forma ininterrumpida desde entonces.
Ya con la reorganización de la Hermandad y el
Seminario Diocesano felizmente reabierto, ambas instituciones eclesiásticas han
tenido en las últimas décadas tímidos acercamientos de colaboración. Sin
embargo, a partir de 2010 la Hermandad del Monte Calvario ha apostado por una
colaboración mucho más decidida. Esta humilde colaboración se lleva a cabo
siguiendo las directrices de nuestro Santo Padre en pos de promover nuevas
vocaciones sacerdotales en todas las comunidades eclesiales. Pero también, como
reconocimiento y gratitud por la especial consideración que nuestros “vecinos”
del Seminario siempre han tenido para con la Ermita y la Virgen del Monte
Calvario, su Virgen.
Este cariño que tanto seminaristas como
sacerdotes formadores vienen demostrando con nuestra Hermandad, así como la
devoción que le profesan a Santa María del Monte Calvario, ha tenido pública
manifestación en el Vía Lucis que se celebró durante la pasada Pascua de
Resurrección de 2012, que fue presidido
por la imagen de la Santísima Virgen, y que recorrió el camino que une la
Ermita del Monte Calvario con el Seminario. No en vano, la idea de la
organización del Vía Lucis surgió de entre los seminaristas, que acogieron con
entusiasmo a la venerada imagen en su Capilla del Buen Pastor. El cortejo del
Vía Lucis rememoró el recorrido de la procesión del Santísimo celebrada el 16
de mayo de 1920 en la víspera de la colocación de la primera piedra del
Seminario.
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