Coordinado por el área de albacería de la hermandad, las molduras que componen los diferentes paños del trono fueron trasladadas a primera hora del pasado sábado 27 de abril, siguiendo las indicaciones expresas de los maestros artesanos implicados en el proceso. Durante esa misma jornada tuvo lugar la firma del contrato por parte del hermano mayor de la cofradía, Ignacio Castillo Ruiz y los artesanos implicados en el proceso.
Al igual que ocurriese con la restauración de la imagen de Jesús Cautivo llevada a cabo por Juan Manuel Miñarro, la hermanad ha conformado una comisión de seguimiento de la que forma parte Salvador De los Reyes como diseñador del proyecto y de cuyos avances se dará debida cuenta a través de los diferentes canales de comunicación oficial con los que cuenta la cofradía.
El cabildo de hermanos celebrado el 4 de febrero de 2019 aprobaba el proyecto de ejecución y el presupuesto para adaptar el trono del Señor a sus actuales ocho varales, según la propuesta de Salvador De los Reyes, que sustituye la actual bandeja y crestería provisionales por un juego de baquetones que recorrerá el cajillo perimetralmente y respetará el discurso ornamental y la impronta de Seco Velasco sobre el trono de Jesús Cautivo.
En esta misma sesión ordinaria del máximo órgano de gobierno de la hermandad tuvo lugar la designación de los talleres encargados de su realización. La orfebrería correrá a cargo de los Hermanos Delgado López (Sevilla), mientras que la carpintería corresponderá a Enrique Gonzálvez.
El trono de Jesús Cautivo, realizado en plena madurez artística por el prestigioso orfebre sevillano Manuel Seco Velasco (1953), fue ampliado en los primeros años de los 80 para atender la demanda de hombres de trono. Una solución provisional que ha sobrevivido durante más de 30 años y que será reemplazada por un juego de baquetones que recorrerá el cajillo perimetralmente, también en madera y aplicaciones de orfebrería.
El proyecto presentado por Salvador de los Reyes respeta el discurso ornamental de la obra de Seco y la impronta del trono del Señor, consustancial con la propia imagen, con la que se identifica plenamente en su puesta en escena procesional, y por tanto, insustituible. La solución que plantea De los Reyes conserva el estilo del conjunto, pero disimula la solución más artificial introducida hace tres décadas.
Las nuevas molduras, con ingletes salientes en cada centro del paño, así como en sus esquinas ochavadas, a juego con las ya existentes coincidiendo con las cartelas, darán también más altura al trono, unos 23 centímetros, necesarios para ennoblecer aún más si cabe el trono y salvar positivamente el espacio entre la mesa y el cajillo. Todo el añadido se adapta en materiales y estilo al trono del Señor, siguiendo la planta de este, así como la disposición de sus paneles ornamentales.
Fuente y foto:Cautivo-Trinidad
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