El que brilla más que el Sol, dejó el brillo
para otro año, y amaneció muy temprano en el puerto esperando a los hombres
venidos del Tercio y que trasladan a su Cristo. Traslado del Santísimo Cristo
de la Buena Muerte multitudinario, y que como siempre da la vuelta al mundo.
La tarde comienza con Santa Cruz,
la severidad, el luto y el esparto en la tarde del Jueves Santo, sin duda es
una tarde de contrastes. Partieron desde el remozado templo de San Felipe Neri
para realizar estación de penitencia en la Catedral.
El Jueves Santo, la Iglesia
celebra la última cena de Nuestro Señor Jesucristo, y que bien saben hacerlo en
Puerta Nueva. El cambio ha sido radical y los grandiosos tronos de la Hermandad
caminan como nunca. Cuidado cortejo y estudiada cruceta para que no decaiga
nada. El Señor de la Cena pasó por todo su recorrido acompasado con la Agrupación
Musical que lo acompaña brillantemente. Tras Él viene la Paz eterna malacitana,
un enrome galeón de plata que surca las calles de esquina a esquina, pero que
cada año camina mejor.
Viñeros, es el Señor de
Carreterías, de ahí el nombre de la marcha que le dedica su Agrupación Musical,
estrenando la nueva hechura de su trono de carrete enormemente malagueño y
dando paso a la Señora del Traspaso y Soledad que como palio lleva el cielo
malagueño.
Cornetines legionarios se oyen
desde Santo Domingo, Cristo ha muerto, pero su Muerte es Buena, nada más hay que
mirarlo y escuchar a sus Caballeros Legionarios, su Madre de la Soledad camina
tras sus pasos, estrella de los mares, fénix de hermosura plena, madre
malagueña.
El Perchel se queda chiquito,
cuando sale su Señor, Ancha del Carmen es el pórtico y allí lo esperan sus
vecinos. Desde su flamante casa hermandad partieron El Señor de la Misericordia
y la Señora del Gran Poder.
Y tras esto empezaron a amenazar
las nubes, los hermanos de la Misericordia tuvieron que aligerar su paso y
cubrir de plástico el manto de su Dolorosa.
En calle Mármoles hace siglos una
rosa quedó prendida del pecho de una Virgen, hoy se sigue recordando y Málaga
se tiñe de rojo para acompañar a la Madre Coronada de la Amargura, su Hijo, el
Cristo de los Milagros abre el cortejo. Los hermanos de Zamarrilla se vieron
sorprendidos por la lluvia y tuvieron que cambiar el itinerario de vuelta a su
casa hermandad.
Málaga se quedó sin Esperanza, y
ya van dos años, el Nazareno no pudo bendecir al pueblo, ni la Señora pisar el
romero, el chubasco que descargó cuando se disponían a iniciar la procesión
obligaron a la Junta de Gobierno a suspender la procesión. Esta vez y como en
2011, Málaga volvió a pasar ante ellos.
Vera+Cruz era esperada y muchos no
quisieron perdérselo tras su restauración. La gente marcho hasta San Juan para
ver salir al Crucificado que partía hasta la Catedral de donde volvía con los
primeros rayos de Sol de Viernes Santo.
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