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martes, 2 de febrero de 2016

Humildad presenta proyecto de terno para la Madre y Señora de la Merced

En el Cabildo Extraordinario de la Hermandad de la Humildad celebrado el pasado día 11 de enero, quedó aprobado el proyecto de saya y manto de capilla para Nuestra Madre y Señora de la Merced. El diseño es obra del hermano de la corporación Francisco Cidfuentes y será realizado por el maestro bordador jerezano Ildefonso Jiménez.

Una vez recibido el visto bueno por parte de la Comisión de Asuntos Económicos del Obispado, la Hermandad tiene la dicha de poder compartir ambos proyectos con todos sus hermanos y público en general. El nuevo terno será estrenado (D.m.) el próximo 24 de septiembre, día de su festividad, y con ocasión de la imposición de la nueva corona de plata que está siendo realizada en los talleres del afamado orfebre cordobés Manuel Valera.

Todo el conjunto se basa en un proyecto decorativo de inspiración neorenacentista,  pretendiéndose con el mismo que ambas piezas, así como el conjunto sea identificable e identitario, y otorgue a la Santísima Virgen una personalidad propia. Para sufragar el coste de ambas piezas, se ha abierto una suscripción entre los hermanos y devotos de Nuestra Madre y Señora de la Merced de manera que todo aquel que quiera colaborar puede dirigirse a la Tesorería de la Hermandad por los medios habituales.

La saya se caracteriza por su fuerte carga arquitectónica. Responde a un diseño clásico de saya simétrica de tres calles organizada en torno a una central, y dos laterales, iguales entre si y que se adaptan a la calle central para darle al conjunto la tradicional forma trapezoidal. La pieza ha sido concebida para ser bordada en oro fino a realce tomando como tejido base el tisú de plata. En cuanto a las distintas técnicas de bordados cabría destacar para la consecución de los volúmenes propuestos las de hojuela y cartulinas como verdadera protagonistas.

En la parte inferior se dibuja con contundencia una amplia cenefa decorativa en la que se superponen toda una serie de frisos, contribuyendo con ello a potenciar esa idea de inspiración arquitectónica que preside la pieza. El centro de la cenefa, deja lugar a la visión del tejido base en los espacios libres que provoca toda una sucesión de formas circulares en el interior de las cuales se sitúan botones, en la más pequeñas, y flores, en las más grandes.

En la parte superior de la falda se sitúa un baldaquino a relieve que recoge la azucena con la que se remata la calle central, en clara alusión por una lado a la pureza virginal de la Santísima Virgen, y por otra y al situarla cobijada bajo este elemento, la veneración  que se profesa por parte de la Iglesia y sus fieles a la Madre de Dios. El manto por su parte, continúa con esa misma idea de aire arquitectónico y clásico de la saya reforzada aún más por la presencia de líneas limpias y molduras y piñones de corte recto en los que se insertan broches curvos que contribuyen a una mayor sensación de dinamismo.

La pieza ha sido ideada igualmente en estilo renacentista. Como referencia se ha tomado el ajuar litúrgico que durante siglos la Iglesia ha venido utilizando en sus más solemnes ceremonias y principalmente, y como referencia, las capas pluviales. Concebido precisamente como eso, en las vistas del mismo destaca una cenefa horizontal delimitada por sendos frisos a modo de guardilla, a mediación de la cual se encuentra un medallón o cartela de líneas polilobuladas que en su interior recogerá escenas realizadas en giraspé de seda y carnes de madera de naranjo representando distintos santos de la Orden Mercedaria. Estos gabletes, en total de cuatro repartidos dos en las vistas y otros dos en las cenefa perimetral del manto, en la zona de la cola del mismo, estarán dedicados a San Pedro Nolasco, San Ramón Nonato (ambos en los frontales) San Serapio y Santa María del Cervelló, en la parte trasera.

En la espalda de la Santísima Virgen, y siguiendo la estructura tradicional de las capas pluviales, se inserta una cartela, a modo de pluvio, aunque situada algo más en el centro de la pieza, que contiene bordado en giraspé de seda y carnes en madera de naranjo la escena que remata el altar mayor de la Basílica de Santa María de la Victoria, sede Canónica de esta Hermandad, y en la que aparece la entrega de la Virgen a los frailes mínimos por parte de los Reyes Católicos.

Fuente y fotos:Hermandad de la Humildad

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