Raúl Berzosa tiene la suerte de ser profeta
en su tierra, y sus proezas quedaran para generaciones venideras, la semana
pasada se presentaba la finalización del techo del Oratorio de Santa María
Reina, en las siguientes líneas nos presenta su obra, de la que ya pueden
disfrutar, cofrades, malagueños, visitantes y amantes del arte.
"Como culminación del programa pictórico
del Oratorio de Santa María Reina de la cofradía del Santísimo Cristo de la
Agonía y María Santísima de las Penas, Reina y Madre, se cubre toda la bóveda
vaída que del referido Oratorio, desde las mismas pechinas que le sirven de
arranque".
Toda la decoración realizada hasta ahora,
viene a significar el triunfo de la
Obra de Dios. Así, si en la bóveda del presbiterio, se
contempla el “Triunfo del Nombre de Dios”, en el arco presbiterial el “Triunfo
apocalíptico del Cordero Pascual” y bajo el coro el “Triunfo del Nombre de
Jesús”, en otros cinco cuadros de gran tamaño colocados en los arcos ciegos del
perímetro del recinto sacro, se sitúan el “Triunfo de la Iglesia católica sobre el
pecado”, “Triunfo sobre la
Eucaristía sobre la riqueza”, “Triunfo de la Caridad sobre la Avaricia ”, “Triunfo del
catolicismo sobre las herejías” y el “Triunfo de la Cruz sobre la Muerte ”.
Así pues, en la bóveda se proyecta el
“Triunfo de la Realeza
de María”.
Toda la Obra salvífica no se puede
entender sin la presencia y la intercesión de la Madre de Dios. María es
preservada del pecado y es por ello que, los más y significativos Dogmas
relativos a la Santísima Virgen
se refieren precisamente a su Inmaculada Concepción y a su Gloriosa Asunción en
cuerpo y alma a los Cielos.
La Coronación de la Virgen como Reina de Cielos
y Tierra no es, efectivamente, un Dogma de fe, no se funda en ningún texto de
la Biblia, sino que procede de un relato apócrifo atribuido a un obispo de
Sardes, Melitón que en el siglo IV fue retomado por Gregorio de Tours y
posteriormente difundido durante el siglo XIII por la Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine, pero sin embargo es la
culminación de un proceso dogmático sobre La que es concebida sin mancha que no
puede entenderse sin que sea creíble precisamente esa Coronación; pues como
dice el Pontífice Pío XII en su Encíclica “Ad Reginam Coeli” si Jesucristo es
Rey, la Madre
que es Madre de Rey tiene que ser Reina. Y lo es indiscutida e indiscutible,
como así lo defiende la propia Hermandad.
Por ello, la Coronación de María por
el Padre y el Hijo y con la presencia del Espíritu Santo se sitúa
inmediatamente después de la Asunción (interpretación de San Jerónimo), es el
centro y culmen del referido programa pictórico a realizar. Programa que se
complementa con seis figuras que a lo largo de la historia han defendido o
están relacionados con la realeza de María:
-
Isaías: En Is 7,14 y 11,1ss. hay referencias implícitas a este privilegio, Efectivamente,
el Emmanuel profetizado en Is 7,14 se reviste de las características de rey
davídico en Is 11,1ss: será lleno del espíritu profético, instaurará la
justicia entre los hombres, implantará la paz paradisíaca. La Virgen-Madre del
Emmanuel debe participar, por tanto, de la dignidad real de su Hijo.
-
David: San Agustín en de nuptiis et concupiscentia, 1,11 dice que la
genealogía tuvo que ser continuada hasta José para que en aquel singular
matrimonio no quedase rebajada la preeminencia de su sexo, sin perjudicar por
eso a la verdad, puesto que tanto José como María eran de la estirpe de David.
-
S. Juan: Ap 12,1ss. La «mujer vestida
de sol», de esta visión representa primariamente a la Iglesia de los dos
Testamentos, pero en un sentido más profundo emerge también la figura de María,
ataviada con las prerrogativas de la realeza celeste.
-
S. Jerónimo: Cuando expone su pensamiento sobre las varias "interpretaciones"
del nombre de "María" nos dice: «Sépase que María en la lengua
siriaca significa Señora». término que Pío XII equipara en su Encíclica Ad
Caeli Reginam a los de “Dominadora” y “Reina”.
-
Pio XII: Autor de la encíclica “Ad Caeli Reginam” sobre la proclamación de la
realeza de la Santísima Virgen María, además instaura la fiesta de María Reina,
que deberá celebrarse cada año en todo el mundo el día 31 de mayo.
-
Juan Pablo II: Autor de la encíclica Redemptoris Mater, donde se nos dice que la Madre
de Cristo es glorificada como Reina universal.
Estos personajes se encontrarán entre los
lunetos en el arranque de la bóveda, cada luneto contiene un óvalo central el
cual tendrá en su interior letanías alusivas a la realeza de María, dicho óvalo
está rematado por una corona y flanqueado por dos ángeles.
Sobre la clave del arco que se abre al
presbiterio, y en ángulo con él, se situaría la heráldica de la Hermandad; en
el lugar opuesto, esto es, sobre el coro, estaría situado el escudo de la
ciudad de Málaga.
El centro de la composición está ocupado por
la Virgen María, sobre Ella se sitúa la Stma. Trinidad coronándola, Dios Padre
con la bola del mundo, Jesús con una Cruz y el Espíritu Santo, por encima del
Espíritu Santo se crea una abertura en las nubes, el cielo se abre para recibir
a María, y la entrada es triunfal, siendo coronada por la Stma. Trinidad.
La coronación está rodeada por numerosos
ángeles y los personajes nombrados anteriormente.
El tamaño total del techo es de 12,20 metros
de largo por 9,62 metros de ancho, siendo un total aproximado de 130 metros
cuadrados.
La técnica utilizada es el acrílico sobre el
muro.
Texto y fotos: Raúl Berzosa
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