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lunes, 29 de septiembre de 2014

Berzosa en Santa María Reina

Raúl Berzosa tiene la suerte de ser profeta en su tierra, y sus proezas quedaran para generaciones venideras, la semana pasada se presentaba la finalización del techo del Oratorio de Santa María Reina, en las siguientes líneas nos presenta su obra, de la que ya pueden disfrutar, cofrades, malagueños, visitantes y amantes del arte.


"Como culminación del programa pictórico del Oratorio de Santa María Reina de la cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía y María Santísima de las Penas, Reina y Madre, se cubre toda la bóveda vaída que del referido Oratorio, desde las mismas pechinas que le sirven de arranque".

Toda la decoración realizada hasta ahora, viene a significar el triunfo de la Obra de Dios. Así, si en la bóveda del presbiterio, se contempla el “Triunfo del Nombre de Dios”, en el arco presbiterial el “Triunfo apocalíptico del Cordero Pascual” y bajo el coro el “Triunfo del Nombre de Jesús”, en otros cinco cuadros de gran tamaño colocados en los arcos ciegos del perímetro del recinto sacro, se sitúan el “Triunfo de la Iglesia católica sobre el pecado”, “Triunfo sobre la Eucaristía sobre la riqueza”, “Triunfo de la Caridad sobre la Avaricia”, “Triunfo del catolicismo sobre las herejías” y el “Triunfo de la Cruz sobre la Muerte”.

Así pues, en la bóveda se proyecta el “Triunfo de la Realeza de María”.

 Toda la Obra salvífica no se puede entender sin la presencia y la intercesión de la Madre de Dios. María es preservada del pecado y es por ello que, los más y significativos Dogmas relativos a la Santísima Virgen se refieren precisamente a su Inmaculada Concepción y a su Gloriosa Asunción en cuerpo y alma a los Cielos.

La Coronación de la Virgen como Reina de Cielos y Tierra no es, efectivamente, un Dogma de fe, no se funda en ningún texto de la Biblia, sino que procede de un relato apócrifo atribuido a un obispo de Sardes, Melitón que en el siglo IV fue retomado por Gregorio de Tours y posteriormente difundido durante el siglo XIII por la Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine, pero sin embargo es la culminación de un proceso dogmático sobre La que es concebida sin mancha que no puede entenderse sin que sea creíble precisamente esa Coronación; pues como dice el Pontífice Pío XII en su Encíclica “Ad Reginam Coeli” si Jesucristo es Rey, la Madre que es Madre de Rey tiene que ser Reina. Y lo es indiscutida e indiscutible, como así lo defiende la propia Hermandad.

Por ello, la Coronación de María por el Padre y el Hijo y con la presencia del Espíritu Santo se sitúa inmediatamente después de la Asunción (interpretación de San Jerónimo), es el centro y culmen del referido programa pictórico a realizar. Programa que se complementa con seis figuras que a lo largo de la historia han defendido o están relacionados con la realeza de María:

-          Isaías: En Is 7,14 y 11,1ss. hay referencias implícitas a este privilegio, Efectivamente, el Emmanuel profetizado en Is 7,14 se reviste de las características de rey davídico en Is 11,1ss: será lleno del espíritu profético, instaurará la justicia entre los hombres, implantará la paz paradisíaca. La Virgen-Madre del Emmanuel debe participar, por tanto, de la dignidad real de su Hijo.

-          David: San Agustín en de nuptiis et concupiscentia, 1,11 dice que la genealogía tuvo que ser continuada hasta José para que en aquel singular matrimonio no quedase rebajada la preeminencia de su sexo, sin perjudicar por eso a la verdad, puesto que tanto José como María eran de la estirpe de David.

-          S. Juan: Ap 12,1ss. La «mujer vestida de sol», de esta visión representa primariamente a la Iglesia de los dos Testamentos, pero en un sentido más profundo emerge también la figura de María, ataviada con las prerrogativas de la realeza celeste.

-          S. Jerónimo: Cuando expone su pensamiento sobre las varias "interpretaciones" del nombre de "María" nos dice: «Sépase que María en la lengua siriaca significa Señora». término que Pío XII equipara en su Encíclica Ad Caeli Reginam a los de “Dominadora” y “Reina”.

-          Pio XII: Autor de la encíclica “Ad Caeli Reginam” sobre la proclamación de la realeza de la Santísima Virgen María, además instaura la fiesta de María Reina, que deberá celebrarse cada año en todo el mundo el día 31 de mayo.

-          Juan Pablo II: Autor de la encíclica Redemptoris Mater, donde se nos dice que la Madre de Cristo es glorificada como Reina universal.


Estos personajes se encontrarán entre los lunetos en el arranque de la bóveda, cada luneto contiene un óvalo central el cual tendrá en su interior letanías alusivas a la realeza de María, dicho óvalo está rematado por una corona y flanqueado por dos ángeles.

Sobre la clave del arco que se abre al presbiterio, y en ángulo con él, se situaría la heráldica de la Hermandad; en el lugar opuesto, esto es, sobre el coro, estaría situado el escudo de la ciudad de Málaga.

El centro de la composición está ocupado por la Virgen María, sobre Ella se sitúa la Stma. Trinidad coronándola, Dios Padre con la bola del mundo, Jesús con una Cruz y el Espíritu Santo, por encima del Espíritu Santo se crea una abertura en las nubes, el cielo se abre para recibir a María, y la entrada es triunfal, siendo coronada por la Stma. Trinidad.

La coronación está rodeada por numerosos ángeles y los personajes nombrados anteriormente.

El tamaño total del techo es de 12,20 metros de largo por 9,62 metros de ancho, siendo un total aproximado de 130 metros cuadrados.


La técnica utilizada es el acrílico sobre el muro. 

Texto y fotos: Raúl Berzosa

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