Cristo Resucitado volvió a San
Julián triunfalmente poniendo el broche de oro a un brillante “Año de la Fe” en
Málaga. Tras la Eucaristía y cuando el reloj de la Catedral marcaba la una de
la tarde el Patio de los Naranjos acogió el cortejo que echaba el cierre a un
año cofrade con mayúsculas.
No era la típica estampa del
Domingo de Resurrección pero tampoco la de Ramos porque el azahar no estaba y
la temperatura era algo más fresca, era un domingo diferente y era la fiesta de
Cristo Rey.
Cortejo que abría la Banda de Cornetas
y Tambores de las Reales Cofradías Fusionadas la más antigua de las nacidas en
el seno de una corporación nazarena y le seguían representaciones de gloria y
de pasión, de agrupadas y de otras que lo estarán próximamente. El presidente
de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa y el de Glorias, también el
Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías, y acólitos que anunciaban que
Cristo Rey avanzaba por las calles. Sobre el trono de María Auxiliadora el
Señor que realizara José Capuz con un elaborado exorno florar y unos majestuosos
arbotantes recorrió un recoleto recorrido por el centro neurálgico de la ciudad
a los sones de la Agrupación Musical “San Lorenzo Mártir” de la Sacramental de
Viñeros. Traje oscuro para los portadores que acompasaron su pisada a los sones
de la formación que interpretó piezas como “Y al tercer día”, “Resucitó” o la
conocida “La Saeta” entre otras para llegar en torno al mediodía a su sede, a
la casa de los cofrades, a la Iglesia de San Julián poniendo el colofón
perfecto a un año cargado de sentido y buen gusto elaborado por la comisión que
hasta ahora había encabezado Rafael López Taza, Hermano Mayor de la Sagrada
Cena, que deja el cargo.
Finaliza el tiempo ordinario y en
breve será adviento, la Iglesia prepara el Nacimiento, los cofrades ya encaran su
ajetreo anual.
Foto:AzulyPlata
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