Rocío

Eran las 3:25 horas del Lunes de Pentecostés, cuando se culminaba la espera. El pueblo almonteño saltaba la reja que los separa de su Patrona para procesionarla por las calles de la aldea. El simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte había avanzado por toda la nave central del templo en un pasillo creado por un cordón humano de almonteños, en una imagen desconocida en los últimos años, procesión en la que ha predominado la organización.

 

El rosario de las hermandades había culminado y se esperaba con ansia ese momento. Han sido tres salidas en las últimas dos semanas. Una por las calles de Almonte, otra para volver a la aldea y anoche para recorrer devolviéndole la visita a las 112 hermandades filiales que se habían presentado ante la Señora en los días previos.

 

Procesión marcada por la calma y una organización de la que se puede hacer gala desde el pasado año. La Virgen vestía el manto de “Pentecostés” y estaba adornada con grandes flores que resaltaban aún más su figura. La primera en recibir la real visita fue la Hermandad de Huevar (Huelva) donde la esperaba la tradicional Salve con la que se celebra su visita y así se fueron sucediendo todas las que están en su itinerario, las más lejanas siempre salen al encuentro de Ella para no alterar este.

 

A las 10:25 horas de la mañana llegaba a su templo la Virgen del Rocío entre una multitud que se felicitaba por su brillante procesión que ha durado 7 horas. Las hermandades ya se encuentran en sus diferentes casas ultimando la vuelta, mientras que algunos ya están en camino. Vuelve a comenzar la cuenta atrás.

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