En el año 2015 la Titular mariana
de la corporación del Martes Santo estará acompañada en la ceremonia por el
Ayuntamiento malacitano y la canalizadora de la romería onubense
“Es un honor” ha declarado el
alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, esta tarde a los miembros de la
Cofradía del Rocío cuando formalmente le comunicaban la designación como
padrino del Pueblo Malagueño. En similares términos de agradecimiento se ha
expresado Juan Ignacio Reales, presidente de la Hermandad Matriz del Rocío de
Almonte.
Su atuendo blanco y el halo de
estrellas han contribuido a la consolidación del apelativo popular de ‘Novia de
Málaga’; así fue bautizada por el pueblo que se ha encargado, de generación en
generación, de fomentar y afianzar esta singular devoción mariana; por ello la
Cofradía del Rocío ha designado al Excelentísimo Ayuntamiento de Málaga, en
representación del pueblo malacitano por su constante e ininterrumpida
implicación, como padrino de la coronación canónica de María Santísima del
Rocío.
Igualmente, la madrina designada
es la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío
de Almonte, heredera de la historia devocional, y organizadora de uno de los
mayores acontecimientos del orbe católico, que desde el siglo XIII viene concitando
a miles de peregrinos en la aldea onubense, donde originariamente se daba culto
a Nuestra Señora de las Rocinas.
Dos caminos rocieros
Un aspecto poco conocido es que
la Novia de Málaga fue la precursora, en 1928, de la expansión de la advocación
de ‘Rocío’ en las cofradías de Semana Santa de Andalucía; a partir de la década
de los cincuenta llegarían más iconos marianos a diversas localidades,
aumentando su repercusión en el ámbito pasionista. Este aspecto gana
importancia al contextualizarlo en el periodo histórico de la aparición de la
advocación en Málaga, ya que la romería almonteña, de la gloriosa Virgen del
Rocío, se ceñía a su área de influencia más cercana y las hermandades filiales
no superaban la quincena. Con unas comunicaciones nada fáciles para el fluido
contacto entre las provincias de Málaga y Huelva, comienzan a convivir en
paralelo dos carismas devocionales marianos con la advocación de ‘Rocío’, en
corporaciones de penitencia y gloria respectivamente. En el año 2015 confluirán
dos líneas paralelas de la devoción hacia una misma advocación a la que en la
ciudad mediterránea se bautizó desde el principio como ‘Novia de Málaga’ por
incorporar una estética singular, continuada en otros puntos geográficos.
Incorporación de María Santísima
del Rocío en Málaga
Manuel Donato Sánchez Pérez,
hermano mayor de la hermandad victoriana en el periodo 1924-1946, fue el
impulsor de la incorporación de la advocación de María Santísima del Rocío en
la Cofradía de Jesús de Los Pasos. El 11 de noviembre de 1928 fue bendecida la
primitiva imagen de la Novia de Málaga, donación de María de los Dolores, viuda
de Pina; que posteriormente volverá a dependencias de la donante. La
publicación ‘El Pregón’ recogía la noticia: “La nueva imagen de la Dolorosa, el
pasado domingo consagrada solemnemente en la capilla de San Lázaro, tiene por
bella advocación la de María Santísima del Rocío, nombre que tan gentil
tradición posee y tantas dulces evocaciones sugiere en las tierras camperas de
Andalucía”.
El 8 de marzo de 1931 llega la
bendición de una nueva imagen, obra de Pío Mollar; en esa misma ceremonia es
bautizada la décima hija de Sánchez Pérez, a la que impuso el nombre de María
del Rocío. “La hermandad, pues, ha adquirido una nueva imagen, de talla
completa, construida con todo acierto y singular maestría por el notable
escultor Pío Mollar, quien ha interpretado fielmente los deseos de la cofradía,
que aspiraba a poseer una imagen que no fuese Aurora ni Dolorosa por completo,
sino que su fisonomía reflejase un término medio, habida cuenta de su
advocación y del tiempo en que ha de proporcionarse en compañía de otra imagen
de Pasión”, recogían los medios escritos del momento.
El 12 de mayo de 1931, en la
quema de iglesias y conventos, la cofradía victoriana pierde a sus sagrados
titulares y la práctica totalidad de su patrimonio; hasta el Domingo de Ramos
de 1938 no es bendecida la actual imagen de la Virgen del Rocío, autoría
también de Pío Mollar. Queda patente que durante el mandato como hermano mayor
de Sánchez Pérez la cofradía persistió en la decidida voluntad de rendir culto
a María Santísima del Rocío, con claras innovaciones estéticas respecto a las
imágenes devocionales de la época.
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