El pintor malagueño Raúl Berzosa
nos acerca una segunda pintura realizada para la Congregación “Los Hermanos de
la Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina” en Toledo, la obra se
sitúa en céntrica Iglesia del Salvador de la capital toledana, desarrollamos su
programa iconográfico y mostramos la obra.
Título: Revelación de Tuy.
Medidas: 130 x 195 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Programa iconográfico
En el lienzo se representa la
aparición de la Virgen de Fátima y la Stma. Trinidad en Tuy (Pontevedra) a Sor
Lucía. Así recoge en textos redactados por la Hermana Lucía la aparición:
«Estando sola una noche, me
arrodillé ante el comulgatorio, en medio de la capilla, para decir las
oraciones del Ángel, permaneciendo postrada. Sintiéndome cansada, me levanté y
me arrodillé, y continué diciéndolas con los brazos en forma de Cruz. La única
luz venía de la lámpara del santuario.»
«Repentinamente, una luz sobrenatural
iluminó toda la capilla y sobre el altar apareció una cruz de luz que alcanzaba
hasta el techo.»
«En una zona brillante pudo
verse, sobre la parte más alta de la Cruz, el rostro de un hombre y su cuerpo
hasta la cintura; sobre Su pecho había una paloma, igualmente luminosa.»
“Y clavado a la cruz, el cuerpo
de otro hombre.
“Un poco abajo de la cintura,
suspendido en el aire, se veía un Cáliz y una Hostia grande, dentro del cual
cayeron algunas gotas de Sangre desde el rostro del Crucificado y de la herida
en Su pecho. Estas gotas rodaron por la Hostia y cayeron dentro del Cáliz.
“Bajo el brazo derecho de la Cruz
estaba Nuestra Señora con Su Inmaculado Corazón en Su mano... (Era Nuestra
Señora de Fátima con Su Inmaculado Corazón... en Su mano derecha... sin una
espada ni rosas, pero con una corona de espinas y llamas...)
“Bajo el brazo izquierdo (de la
Cruz), unas grandes letras, como si fueran agua clara cristalina corriendo
sobre el Altar, formando estas palabras: "Gracia y Misericordia".
“Yo comprendí que era el misterio
de la Santísima Trinidad que se me mostraba, y recibí luces sobre este
misterio, de las cuales no me es permitido revelar.”
En la representación de la
pintura se busca que el espectador forme parte de la escena, viéndose en la
situación de Sor Lucía. El centro de la composición es ocupada por la Sagrada
Forma, la Sangre del rostro es la Sangre producida por el terrible martirio de
la Pasión: coronación de espinas, golpes en la cara, flagelación, caídas del
Señor. Podríamos decir que el la Sangre de los dolores físicos.
La Sangre que brota de la llaga
del Costado, tiene un particular simbolismo: es la Sangre del dolor moral y
espiritual del Señor. La Pasión de su Corazón. Y representa también el
manantial inagotable del cual continúan todavía hoy brotando las gracias de la
Redención. La Sangre y el agua que brotaron del Costado herido y traspasado por
la lanza significan místicamente los Sacramentos de la Iglesia.
Sobre Cristo crucificado el
Espíritu Santo representado por la paloma y Dios Padre, de su pecho sale una
gran luminosidad, en este caso no se ha optado por Dios Padre anciano, sino más
joven atendiendo a las palabras de Jesús "Felipe, quien me ha visto a Mí
ha visto al Padre, porque el Padre y yo somos uno".
Bajo el brazo derecho de Cristo
aparece la Santísima Virgen mostrando en su mano izquierda el Corazón
Inmaculado, bajo el brazo izquierdo de Cristo las palabras “Gratia et
Misericordia” visión que pretende manifestarnos la relación que existe entre el
Sacrificio del Calvario y la Santa Misa que es renovación incruenta de ese
mismo sacrificio, por eso las palabras caen sobre el altar real sobre el que
cada día se celebra la misa.
La iluminación parte tras Cristo
crucificado abriéndose paso entre la oscuridad que rodea.
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