El pintor malagueño Raúl Berzosa
nos envía información e imágenes acerca de su última obra que lleva por título “Corazón
Inmaculado de María de Fátima” es un óleo sobre lienzo y ha sido realizada para
“Los Hermanos de la Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina” en
Toledo, la obra se sitúa en céntrica Iglesia del Salvador.
En el lienzo se representa la
aparición de la Virgen de Fátima y el Niño Jesús en Pontevedra a Sor Lucía. Así
recoge en textos redactados por la Hermana Lucía la aparición:
“se le apareció la Santísima Virgen y al lado,
suspenso en una nube luminosa, un Niño. La Santísima Virgen, poniéndole una
mano en el hombro, le mostró al mismo tiempo un Corazón que tenía en la otra
mano, cercado de espinas.
Al mismo tiempo dijo el Niño:
-Ten compasión del Corazón de tu
Santísima Madre que está cubierto de espinas que los hombres ingratos
continuamente le clavan, sin haber quien haga un acto de reparación para
arrancárselas.
Aquellos que durante cinco meses,
en el primer sábado se confiesen, reciban la santa comunión, recen la tercera
parte del rosario y me hagan quince minutos de compañía, meditando en los
quince misterios del rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo
asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la
salvación de sus almas.”
En la representación de la
pintura se busca que el espectador forme
parte de la escena, viéndose en la situación de Sor Lucía, así tanto el Niño
Jesús como su Madre nos piden REPARACIÓN por las espinas clavadas por los
hombres ingratos que ofenden su Inmaculado Corazón.
Hay una representación maternal
en la obra donde se nos invita a participar. El Niño Jesús aparece agarrado por
la Virgen María, con un paño azul y sobre una nube luminosa, María vestida con
la representación que identifica la advocación de Fátima. La Virgen viste de
blanco y su ceñidor es de oro, sobre su pecho pende un cordón de oro que remata
en una bola dorada que pende hasta la altura de su cintura y un poco más arriba
del borde del vestido lleva una estrella dorada de seis puntas.
La estrella de seis puntas
representa "la estrella del creador" pues sus seis puntas aluden a
los seis días en los cuales Dios creó el mundo; también representan los seis
atributos de Dios: Poder, Sabiduría, Majestad, Amor, Misericordia y Justicia.
María colaboró con su Hijo en la
obra redentora del género humano conocida también como "Nueva
creación". Si por Eva entró la muerte en el mundo, por María entró la vida
-Cristo-. En el mismo sentido, María es la primera redimida, la nueva criatura,
sobre la cual el Maligno no ha tenido poder alguno. Ella es Inmaculada. Por lo
tanto en María, criatura llena de gracia, resplandece el poder, la sabiduría,
la majestad, el amor, la misericordia y la justicia de Dios.
El colgante con la bola del mundo
significa la realeza de María. Ella es reina del cielo y de la tierra, invocada
por sus hijos como "Regina mundi" y "Regina Pacis" (Reina
del mundo y reina de la Paz).
Tras el Hijo y su Madre unos
rayos a modo de Sol, aludiendo al Milagro del Sol de Fátima en una atmosfera de
ocres y grises
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