En la tarde de ayer se abrían las
puertas y se iniciaba el cortejo, no uno cualquiera sino el que inicia
oficialmente la Cuaresma cofrade en las calles de este 2012, después de aquél
2011 que nos dejó a más de uno con la túnica colgada.
Era la ocasión del Señor de la
Soledad tras intentarlo tres veces, era la vencida y el momento para llevar
hasta el primer templo malacitano al Señor que tallara Antonio Bernal y que es
venerado en la Parroquia de la Divina Pastora en el barrio de Capuchinos.
Dispuesto en el trono de traslado
de la Cofradía de Jesús Cautivo, cedido para la ocasión y con portadores con
las habituales túnicas franciscanas pero con el escudo de la Agrupación que
hacía mención a tan importante procesión, la imagen presentaba una estética
distinta a la que nos tiene acostumbrados cada Domingo de Ramos. Una túnica
burdeos y cíngulo dorado revestían al Señor capuchinero.
Desde el templo de San Julián
hasta la Catedral, allí Vía Crucis y vuelta a la sede de la Agrupación de
Cofradías. A la ida una capilla musical Virgen de la Caridad acompañó el sereno
caminar del Señor, la vuelta fue maravillosamente acompasada con la Banda
Trinidad Sinfónica, con una cuidada y exquisita cruceta en la que destacaron
piezas como Cristo del Amor, Cristo de la Agonía, Hosanna in Excelsis o La
Madrugá de Abel Moreno.
El cortejo que acompañó la
procesión fue extenso y estaba formado por nazarenos de la propia Hermandad del
Dulce Nombre y representantes del resto de cofradías agrupadas además de la
Junta de Gobierno de la Agrupación de Cofradías.
Foto:ElArbotante
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