La Archicofradía de la Expiración y más concretamente María Santísima de los Dolores Coronada, se citaban el sábado con la historia. Con la historia de veinticinco años de una coronación que fue la primera de una dolorosa en nuestra ciudad y que marcó el camino a muchas otras.
La jornada del sábado será recordada por la Málaga durante mucho tiempo. El sábado empezaba muy temprano en la Iglesia de San Pedro desde donde la Dolorosa partiría hasta la Catedral para presidir la misa estacional en el primer templo de la Diócesis.
Gran número de cofrades de todos los puntos cardinales de la ciudad, los que se arremolinaban en la todavía penumbrosa mañana de sábado en los aledaños de San Pedro. Cruz guía, representación de cofrades y ex hermanos mayores de la Archicofradía, hermanos de vela, capilla musical y el trono de traslado de cada Viernes de Dolores tras este un tambor que acompasaba las maniobras de los hombres de trono.
Las amenazas de los nubarrones que cubrían la mañana hicieron alternar calles y cruzar Alameda rápidamente para buscar Larios y de ahí entrar en un riguroso silencio en el Patio de los Naranjos, para ser dispuesta bajo las naves catedralicias para el inicio de la misa estacional.
Tras esta y ya sin acompañamiento musical la Señora marchó hasta la casa hermandad de Estudiantes en Alcazabilla, donde le esperaba su trono procesional para la salida de la tarde.
Foto:AzulyPlata
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