Por fin ha llegado el día, en la mañana de hoy, Benedicto XVI ha proclamado beato de la Iglesia a su antecesor, el querido y añorado Juan Pablo II (1920-2005), en una solemne y multitudinaria ceremonia que todavía se está celebrando en la plaza de San Pedro del Vaticano, a la que según las primeras estimaciones asisten más de un millón de personas venidas de todo el mundo.
Eran las 10:38 hora local, cuando Benedicto XVI subía a los altares al Papa viajero, al Papa que introdujo a la Iglesia en el siglo en el que vivimos, en esos instantes la plaza y calles adyacentes rompían a aplausos que duraron varios minutos.
Será este el Papa número diez en la lista de beatos proclamados y el primero de ellos en 1000 años que ha tardado menos en consumar su causa para la beatificación.
En la fachada se ha descubierto el tapiz con el rostro del reciente beato.Los fieles que así lo deseen podrán acercarse y orar ante el féretro con los restos de Juan Pablo II que preside en estos momentos el Altar de la Confesión de la basílica de San Pedro, serán miles los que se acerquen en la jornada al reciente beato.
La basílica de San Pedro permanecerá abierta mientras que dure el flujo de fieles, permitiendo de esta forma que los cientos de miles que se han desplazado y que esperan puedan rezar ante el primer pontífice polaco de la historia.
Una vez concluida las celebraciones, el féretro será trasladado a una capilla del templo vaticano, para permitir una mayor afluencia de fieles en el futuro. El féretro será colocado en la nueva capilla en la tarde noche del día 2 de mayo.Esta capilla es la de San Sebastián, que está en la parte derecha, entrando a la basílica de San Pedro, entre la que acoge a la "Piedad", de Miguel Ángel, y la Capilla del Santísimo.
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