El terciopelo negro acoge la Buena Muerte de Nuestro Señor mientras la Magdalena a su derecha llora la pérdida del Hijo del Hombre. Al fondo la Soledad es testigo del momento.
Gran labor de la albacería de Mena que ha sabido colocar de esta forma a sus imágenes, un momento que invita a la oración a todo el que lo presencia bajo las naves del templo dominico.
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